La inflación vuelve a crecer y supera las expectativas

La inflación vuelve a aumentar en Suiza y lo hace en mayor medida de lo esperado: en abril el crecimiento anual de los precios se situó en el 1,4%, frente al 1,0% de marzo, cuando alcanzó su nivel más bajo desde 2021.

Según los datos publicados hoy por la Oficina Federal de Estadística (FSO), en el cuarto mes del año el índice de precios al consumo se situó en 107,4 puntos. El aumento de abril supera las expectativas: los analistas entrevistados por la agencia AWP apostaban por valores entre el +1,0% y el +1,2%. En cambio, a nivel mensual, los precios aumentaron un 0,3% (también en este caso más de lo previsto, que oscilaba entre el +0,1% y el +0,2%), mientras que en marzo el aumento porcentual fue igual a cero.

Según los expertos del FSO, el crecimiento del índice en comparación con el mes anterior se debe a varios factores, entre ellos el aumento de los precios de los viajes internacionales con tarifa plana y del transporte aéreo. La gasolina y los muebles también se han encarecido. En cambio, las tarifas del sector hotelero y parahotelero, así como las tarifas del gas, son más económicas. También resulta interesante la evolución de los productos alimentarios, que registran un +0,5% mensual y un +1,0% anual, así como la de los sectores de vivienda y energía (0,0% y +3,3% respectivamente, que incluye el alquiler).

Aún negativa hasta marzo de 2021, la inflación aumentó significativamente en Suiza, alcanzando un máximo del 3,5% en agosto de 2022, antes de volver a caer ligeramente y cerrar 2022 con una cifra (media) del 2,8%, la más alta en 30 años. En 2023 el punto más alto se observó en febrero (3,4%) y el promedio del año fue del 2,1%. En 2024 el máximo se registró en enero, el 1,3%.

El indicador suizo en abril se sitúa en niveles más bajos que el de Alemania (+2,2%, estable respecto a marzo) y la eurozona (+2,4%, también sin cambios), pero es superior al de Italia (0,9%, frente al 1,2%). ). Para tener la indicación correspondiente para Estados Unidos habrá que esperar unos días: en marzo el aumento fue del 3,5%.

En cuanto a los datos sobre la inflación suiza en abril, en comparación con marzo, los precios de los productos nacionales aumentaron un 0,1%, mientras que los de los productos importados aumentaron un 1,1%. En términos anuales, el primero registró un +2,0% y el segundo un -0,4%. La base de la inflación – que en la definición del FOE es el aumento total sin el correspondiente a productos frescos y de temporada, energía y combustibles – muestra una variación del +0,4% (mes) y +1,2% (año) respectivamente).

El FSO también calcula un índice de precios al consumo armonizado (HIPC), medido con la metodología utilizada en la Unión Europea, con el objetivo de comparar los datos suizos con los de los países de la UE. Visto desde esta perspectiva, abril presenta un aumento de precios del +0,5% (mes) y del +1,4% (año).

Como es sabido, la eficacia del índice de precios al consumo para ilustrar el coste de vida percibido por los consumidores suele ser el centro de grandes debates. Esto es particularmente cierto en Suiza porque, por razones metodológicas, la tasa calculada por los funcionarios de Neuchâtel no incluye las primas del seguro médico básico, una partida de gasto que está aumentando rápidamente en los presupuestos de las familias suizas. Precisamente en este sentido, ayer, en su discurso del 1 de mayo, el presidente de la Unión Sindical Suiza (USS), Pierre-Yves Maillard, denunció datos de inflación “completamente distorsionados”.

El aumento establecido por el FSO tiene gran importancia en varios ámbitos: desde las negociaciones salariales hasta el alquiler, pasando por la fijación de la pensión alimenticia en caso de divorcio. Por lo tanto, la inclusión o no de primas de residencia para enfermos no tiene ningún efecto secundario para muchos ciudadanos.

La inflación también es vigilada atentamente por el Banco Nacional Suizo (BNS), que persigue como objetivo la estabilidad de precios, entendida como un aumento de los precios entre el 0 y el 2%. Para frenar el crecimiento de los precios, el instituto aumentó cinco veces el tipo de interés entre 2022 y 2023, pasando así del -0,75% al ​​+1,75%. El pasado 21 de marzo, al constatar que la inflación había caído por debajo del 2%, la entidad dirigida por Thomas Jordan procedió a recortar el coste del dinero, que cayó hasta el 1,50%. El BNS fue el primer gran banco central que redujo los tipos después de la fase de subidas de precios que se produjo en particular durante el inicio de la guerra en Ucrania y las consiguientes sanciones contra Rusia.

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