Seis antenas de la red de espacio profundo en Madrid instaladas por primera vez

Seis antenas de la red de espacio profundo en Madrid instaladas por primera vez
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Por primera vez en la historia, las seis antenas de radiofrecuencia del Complejo de Comunicaciones del Espacio Profundo de Madrid, parte de la Red de Espacio Profundo (DSN) de la NASA, llevaron a cabo una prueba para recibir datos de la nave espacial Voyager 1 de la agencia al mismo tiempo el 20 de abril de 2024. Conocido como “arraying”, la combinación de la potencia de recepción de varias antenas permite al DSN recopilar señales muy débiles de naves espaciales lejanas. Actualmente se necesita un conjunto de cinco antenas para transmitir datos científicos desde el instrumento Plasma Wave System (PWS) de la nave espacial. A medida que la Voyager avance, se necesitarán seis antenas.

El equipo de la Voyager está trabajando actualmente para solucionar un problema en la nave espacial que le ha impedido enviar datos científicos desde noviembre.

La Figura A muestra una captura de pantalla de la aplicación interactiva DSN Now que muestra todas las antenas de Madrid que reciben la misma señal de la nave ese día.

Aunque las antenas ubicadas en los tres complejos del DSN (Goldstone en California, Canberra en Australia y Madrid) ya se han colocado anteriormente, este es el primer caso en el que se colocan seis antenas a la vez. Madrid es el único complejo de comunicaciones del espacio profundo que cuenta actualmente con seis antenas operativas (los otros dos complejos tienen cuatro cada uno). Cada complejo consta de una antena de 70 metros (230 pies) y varias antenas de 34 metros (112 pies).

La Voyager 1 está a más de 24 mil millones de kilómetros (15 mil millones de millas) de distancia, por lo que su señal en la Tierra es mucho más fría que la de cualquier otra nave espacial con la que se comunique el DSN. Actualmente, la señal de la Voyager 1 tarda más de 22 horas y media en viajar desde la nave espacial a la Tierra. Para recibir mejor las comunicaciones por radio de la Voyager 1, se puede utilizar una antena grande (o un conjunto de múltiples antenas más pequeñas).

La Voyager 1 y su gemela, la Voyager 2, son las únicas naves espaciales que jamás han volado en el espacio interestelar (el espacio entre las estrellas).

El DSN es administrado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California para el programa de Navegación y Comunicaciones Espaciales (SCaN) de la agencia, que se encuentra en la sede de la NASA dentro de la Dirección de Misiones de Operaciones Espaciales. El DSN permite a las misiones rastrear, enviar comandos y recibir datos científicos de naves espaciales lejanas. Con un total de 14 antenas en funcionamiento, la red admite actualmente más de 40 misiones y se espera que admita otras 40 que se lanzarán en los próximos años.

La estación de Madrid está gestionada en nombre de la NASA por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial de España.

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