Se espera que una delegación egipcia visite Israel el 26 de abril para intentar reactivar las estancadas negociaciones de paz sobre una tregua entre Israel y Hamas, combinada con la liberación de rehenes retenidos en la Franja de Gaza.
Mientras tanto, Israel se prepara para lanzar una ofensiva terrestre contra Hamás en la ciudad de Rafah, que limita con Egipto al sur de la Franja de Gaza.
Muchos países y organizaciones humanitarias temen un baño de sangre en esta ciudad que ha ofrecido refugio a casi un millón y medio de palestinos, muchos de los cuales están hacinados en ciudades de tiendas superpobladas, sin agua ni electricidad.
Después de seis meses y medio de bombardeos y combates, el gabinete de guerra de Israel se reunió el 25 de abril “para discutir formas de destruir los últimos batallones de Hamas”, dijo el portavoz del gobierno, David Mencer.
Se espera que una delegación de Egipto, uno de los tres países mediadores con Qatar y Estados Unidos, visite Israel el 26 de abril para discutir cuestiones de “seguridad”, según una fuente cercana al gobierno.
Pero según los medios israelíes, la delegación debería intentar reactivar las negociaciones y pedir un acuerdo de tregua entre Israel y Hamás que prevea la liberación de “decenas” de rehenes.
Según el sitio web israelí Walla, que cita a un alto funcionario israelí, las discusiones giran en torno a una propuesta para la liberación inicial de veinte rehenes considerados casos “humanitarios”.
Según el canal Al Araby, se trata también de apoyar los esfuerzos de Egipto para impedir una ofensiva sobre Rafah.
Un responsable político de Hamás, Ghazi Hamad, aseguró a la AFP desde Qatar que un ataque a Rafah no permitirá a Israel lograr “lo que quiere”, es decir, “eliminar a Hamás o recuperar a los rehenes”.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dice que es necesaria una ofensiva contra Rafah para derrotar a Hamas y liberar a los rehenes, los dos principales objetivos declarados de la actual ofensiva.
