PepsiCo, el aceite de palma que arrebata las tierras a los indígenas en Perú

Según una investigación que reconstruyó la cadena de suministro de la multinacional, trascendió que al menos 15 productos, entre ellos Doritos, Cheetos y Gatorade, deberían contener aceite de palma peruano.

El gigante americano de snacks y bebidas, PepsiCo utilizó aceite de palma procedente de tierras indígenas del Perú, devastadas por la deforestación. Así lo reveló la Oficina de Periodismo de Investigación, Mongabay y el diario peruano Ojo Públic, quienes realizaron una investigación con el apoyo de la Rainforest Investigations Network del Centro Pulitzer, según la cual, desde hace al menos tres años, Los proveedores peruanos de PepsiCo obtuvieron aceite de palma de tierras deforestadas en el este de Perú. Siguiendo la cadena de suministro de PepsiCo, descubrimos que la multinacional compra, a través de una empresa en México, aceite de palma peruano, procesado en una refinería mexicana que se abastece del consorcio peruano Sol de Palma, que comparte instalaciones de almacenamiento con Ocho Sur, una empresa estadounidense. Empresa conocida por abusos medioambientales y de derechos humanos. Como se mezclan varios lotes de aceite de palma en las instalaciones de almacenamiento, es muy probable que los productos de PepsiCo contengan aceite de Ocho Sur a pesar de no haber sido adquirido directamente por la empresa.

Hoy, Ocho Sur es la segunda empresa de aceite de palma del Perú y, en la última década, ha más que duplicado la producción en el país. Este aumento produjo una pérdida forestal de 170 kilómetros cuadrados y, como muestran análisis satelitales del Centro de Análisis de Delitos Climáticos (CCCA), parte de esta deforestación se ha producido en tierras de Ocho Sur en los últimos tres años. Estas tierras han sido escenario de batallas por el reconocimiento reclamado por la comunidad indígena Shipibo-Konibo de Santa Clara de Uchunya, que debe ser protegido por el Estado peruano, tal como lo ordenó en 2020 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Ni Ocho Sur ni las empresas liquidadas cuyos activos adquirió habían obtenido el permiso ambiental necesario para sus plantaciones y a lo largo de los años han sido sancionados reiteradamente por el Ministerio de Agricultura peruano sin jamás interrumpir su actividad. Al respecto, Ocho Sur dijo que hacía tiempo que solicitaba la certificación, pero no había recibido respuesta del Ministerio de Agricultura. A principios de este año, el Congreso de Perú aprobó un cambio a su ley forestal y de vida silvestre, flexibilizando los requisitos para la deforestación en “áreas de exclusión agrícola” y perdonando delitos históricos.

Según el análisis de la CCCA, PepsiCo produce al menos 15 productos que contienen aceite de palma peruana refinado en México – incluidos Doritos, Cheetos y Gatorade. La multinacional se ha comprometido a lograr que el 100% de su suministro de aceite de palma esté libre de deforestación para finales de 2022 y afirmó que ha inició una investigación, entre sus proveedores directos, para evaluar si es necesaria alguna acción contra Ocho Sur que en cualquier caso (especifican) no es su proveedor directo.

Ocho Sur dijo que no podía ser considerado responsable de las acciones de las empresas cuyos activos adquirió y que no tenía conexiones financieras o legales con ninguna de esas empresas. También afirma respetar plenamente todas las obligaciones relacionadas con los derechos de los pueblos indígenas y no permite la deforestación en su cadena de suministro.
También Oleomex, dueña de la refinería mexicana que abastece a PepsiCo, se lava las manos afirmando que el aceite que suministran al cliente cumple con todos los estándares de sostenibilidad al ser un aceite certificado RSPO (Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible, el esquema de certificación de sostenibilidad más utilizado en la industria, al cual Ocho Sur no adhiere). Sin embargo, agregó que los contratos de suministro con Ocho Sur fueron negociados a través de un tercero y acordó suspender dichos contratos hasta que se resuelvan las denuncias planteadas en la investigación. Se espera el fallo de los jueces peruanos.