Los mercados se enfrentan a la “teoría de la sonrisa” del dólar estadounidense

El contexto actual sigue basándose en crecientes impulsos expansionistas por parte de los principales bancos centrales (comenzando por el BCE, que ya ha señalado ampliamente el primer recorte de tipos en junio), precedidos por un sentimiento por parte de la FED que se está volviendo cada vez más más restrictivo.

Es inevitable que esta situación haya llevado a un replanteamiento drástico de las estimaciones sobre la tendencia del dólar para este 2024, con las estimaciones iniciales que veían al dólar destinado a una importante corrección que rápidamente se disolvió junto con la actitud acomodaticia de los responsables de la política monetaria estadounidense, y con unas perspectivas que ahora ven como muy probable que la moneda americana concluya el año con precios significativamente superiores a los registrados a finales de 2023, lo que aumenta aún más la presión monetaria en muchas zonas del planeta, entre ellas las más dependientes de la financiación en dólares o de las importaciones denominadas en moneda estadounidense, en primer lugar, todo el petróleo crudo.

Evidentemente, este cambio de ritmo en la dinámica del dólar se explica en parte por el excepcionalismo estadounidense de un crecimiento económico que, a pesar del elevado coste del dinero, parece destinado a duplicar fácilmente el de los principales socios industrializados, al que evidentemente hay que añadir el componente de diversificación del riesgo en tiempos, como los actuales, de elevada incertidumbre geopolítica.

Nacio asi La teoría de la “sonrisa” del dólar.o el que afirma que a la moneda estadounidense le va excepcionalmente bien en momentos en que la economía estadounidense está en fase de auge, o alternativamente en momentos en que las cosas van extremadamente mal (debido al papel de la diversificación del riesgo asociado a la moneda de referencia mundo), mientras que, por el contrario, el dólar tiende a debilitarse en las fases económicas intermedias, en las que el crecimiento es generalmente moderado.

Una gran sonrisa es lo que vemos hoy en el dólar, dada la situación actual que prevé un alto crecimiento, un alto nivel de empleo y rentabilidad en los EE.UU. decididamente por encima de los socios occidentales (todavía esta mañana el tipo a dos años se situaba por encima del 5%), sin olvidar la perenne vacilación asociada a un frágil contexto político internacional plagado de al menos dos conflictos de gran escala.

Sin embargo, una sonrisa que pronto podría desaparecer porque si es cierto que las expectativas sobre los beneficios de las 7 magníficas son entusiastas, como ya han comentado el resto de empresas americanas (no parece que les vaya tan bien, e incluso en el El pequeño círculo de los intocables se está abriendo algunas grietas, por ejemplo, si tenemos en cuenta el desplome de los beneficios de explotación de Tesla (estimados en el orden del 40% gracias a la batalla a la baja ahora abierta sobre los precios de los vehículos eléctricos con su homólogo chino). ) o por el reciente colapso de los precios de Nvidia.

Por Michael PalatielloCEO y estratega de Sim de socios de alas

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