Made in Italy es una certeza. Pero no es oro todo lo que reluce…

Made in Italy es una certeza. Pero no es oro todo lo que reluce…
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Roma, 20 de abril – Confección, agroalimentación, muebles, automatización: caracterizados sobre todo por la sigla 4A, desde los años 80 el mejor que la fabricación italiana comienza a (re)conocerse en el mundo con un anglicismo muy específico, es decir Hecho en Italia. No es que antes el mundo desconociera los productos del Bel Paese, seamos claros. Pero con la expansión de los negocios internacionales, y debido a la consiguiente proliferación de imitaciones y falsificaciones, nuestra excelencia artesanal e industrial –respaldado por una importante ventaja comercial– debía defenderse de alguna manera.

“Made in Italy” era –y sigue siendo– sinónimo de Calidad, imaginación y atención al detalle.. la unión de Elegante hacia funcional. En términos de notoriedad, en 2012 esta marca era considerada incluso superada sólo por Visa y Coca Cola.

Una facturación de 620 mil millones

Reiteremos lo obvio. Más allá de los Alpes y más allá del mar Mediterráneo, el Hecho en Italia me sigue gustando. En la era en la que lo virtual mide todo lo que sigue siendo tangible y real, en el trienio 2015-2018, las búsquedas en Google relacionadas con las tres palabras clave aumentaron un 56%. Un estudio reciente del CGIA de Mestre también encontró que nuestro exportaciones – aunque no han crecido en el último año en comparación con 2022 (en concreto, sin embargo, la dinámica de la demanda internacional y los precios de producción tienen un impacto) – registran un buen +30% respecto al periodo pre-Covid. Si nos remontamos a 2008, los puntos porcentuales positivos llegan incluso a 70.

Una facturación estimada en más que eso 620 mil millones, segundo en Europa sólo detrás de Alemania y los Países Bajos. Obviamente, los productos producidos por las actividades manufactureras ocupan un lugar central. Los mercados de alimentación y de automoción obtuvieron buenos resultados. Excelente respuesta maquinaria. ¿Con quién comerciamos? O mejor dicho, ¿a quién le vendemos? Pocas sorpresas, principalmente alemanes Y Francés. Entre ellos Estados Unidos, luego España y Suiza.

Exportaciones y diversificación de riesgos

Se estima que hoy la empresas exportadoras exceder las ciento veinte mil unidades. Según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional -y, añadimos, sin perjuicio de la Centralidad vital para el desarrollo de un mercado interior próspero. – Para nuestras productoras la posibilidad de tener salidas comerciales incluso más allá de las fronteras nacionales representa una oportunidad importante. En términos de diversificación de riesgos en primer lugar. ¿Quién luego exporta? crece a tasas más altasmejorando la competitividad y la rentabilidad.

Made in Italy, no sólo una cuestión económica

Cerramos con una aclaración necesaria, porque -como bien sabemos- no es oro todo lo que reluce. si una vez Hecho en Italia significaba garantía de diseño, fabricación y embalaje realizado íntegramente en nuestro país, hoy (lamentablemente) tenemos que referirnos sólo a la parte empresarial, por así decirlo. En otras palabras basta con que el producto sea concebido y diseñado aquí.

La deslocalización no es un problema menor. Por cierto, no es el único. Pero el objetivo debe ser poder de retorno. Como ya escribió nuestro Andrea Grieco cada lógica económica luego debe anticiparse e integrarse con todo lo que le concierne estudio, trabajo, territorio y cultura nacional. Quizás lo hemos olvidado, a veces hacemos como que no lo sabemos. Somos italianos, volvamos a hacerlo mejor que otros.

Marco Battistini

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