El análisis de la caja negra será crucial para aclarar la dinámica del accidente ocurrido en el Molo Beverello de Nápoles, donde el veloz barco Isola di Procida chocó violentamente contra el muelle durante la maniobra de amarre. El accidente provocó 44 heridos, generando miedo y excitación entre los pasajeros a bordo, muchos de los cuales eran turistas extranjeros.
El barco, gestionado por Caremar, había salido de Capri con 163 pasajeros a bordo cuando, durante la aproximación al muelle, fue visto por algunos testigos llegar a gran velocidad, sin conseguir detenerse a tiempo. Los pasajeros, ya de pie y listos para desembarcar, quedaron abrumados por el impacto, cayendo muchos de ellos por las escaleras y terminando heridos.
Los servicios de rescate intervinieron rápidamente y varias ambulancias llegaron al lugar. De los 44 heridos, 35 ya han sido dados de alta, mientras que 9 permanecen en observación. La investigación del accidente está a cargo de la unidad de investigación de la Guardia Costera, que presentará los resultados al departamento de seguridad de la navegación y a la Fiscalía de Nápoles.
En el lugar del accidente también intervino el inspector almirante Pietro Giuseppe Vella, coordinando las actividades de asistencia a los pasajeros y las primeras investigaciones. El barco permanece amarrado en el muelle de Beverello para permitir a los investigadores examinar las causas del accidente.
El análisis de los datos de la caja negra será crucial para determinar si la causa del accidente fue una falla técnica, un error humano o el efecto de una fuerte ráfaga de viento.
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