“Un sector agrícola competitivo, sostenible y resiliente representa un interés estratégico fundamental para la Unión Europea”, se lee en las conclusiones del Consejo Europeo extraordinario que tuvo lugar los días 17 y 18 de abril en Bruselas. “Acogemos con satisfacción la posición adoptada por los Jefes de Estado y de Gobierno, pero para relanzar la competitividad de la agricultura y seguir garantizando la seguridad alimentaria es imprescindible un cambio radical y urgente de la PAC”, declara el presidente de Confagricoltura, Massimiliano Giansanti. “La producción, la competitividad y la protección de los ingresos de los agricultores deben volver a ser el centro de atención. Durante la legislatura que expira, se ha perseguido una mayor sostenibilidad medioambiental, la adaptación al cambio climático y la protección de los recursos naturales con la imposición de prohibiciones y limitaciones a la actividad empresarial y obligaciones burocráticas crecientes. Más bien, son oportunidades reales de crecimiento y de fortalecimiento de la productividad de las empresas gracias a la difusión de las innovaciones tecnológicas”.
En el informe elaborado por Enrico Letta sobre el mercado único presentado al Consejo Europeo se destacan los retrasos acumulados por la Unión respecto a Estados Unidos y China en términos de competitividad y producción de las innovaciones tecnológicas más avanzadas. “En el marco de las políticas de enormes ayudas públicas a las empresas, la agricultura no ha quedado de lado”, destaca el presidente de Confagricoltura. “China ha iniciado un programa de compra de tierras agrícolas, especialmente en África, para la producción de materias primas agrícolas para los consumidores chinos. Se han creado importantes reservas públicas de trigo y oleaginosas para garantizar la seguridad alimentaria, mientras que el objetivo es aumentar la producción interna de cereales en al menos 50 millones de toneladas”.
“En Estados Unidos – continúa Giansanti – se han destinado 20 mil millones de dólares para fomentar las inversiones empresariales en favor de la sostenibilidad medioambiental y de una menor presión sobre los recursos naturales. Los primeros resultados positivos ya han llegado. Según datos de la Agencia de Protección Ambiental, en 2022 las emisiones de CO2 volvieron a los niveles existentes en 2012. En 2022 respecto al año anterior, el recorte de emisiones de la agricultura y la ganadería fue el mayor entre todos los sectores productivos”. “Ahora corresponde a la Unión Europea cambiar decididamente el rumbo y las perspectivas”, concluye el presidente de Confagricoltura.
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