“No deseo que nadie cuide así a su hijo”

Franco Zampedri falleció ayer, veinte años después del accidente que lo dejó en estado vegetativo. Originario de Viarago, el 4 de julio de 2004 fue víctima de un accidente de tráfico en Canezza. Mientras conducía se salió de la carretera cerca de la localidad de Portolo, cayendo dos metros. Regresaba de Sant’Orsola, donde había ido a visitar a su novia. El impacto le provocó un paro cardíaco y desde entonces permanece en estado vegetativo.
Tras el accidente, Franco Zampedri fue hospitalizado en la empresa pública de servicios personales «Santo Spirito» de Pergine. El accidente lo alejó de sus seres más queridos: su padre Goffredo y su hermano Sergio, y había dejado a su novia Cristina Bertoldi, con quien pensaba mudarse a Sant’Orsola. “Fueron años muy duros: no le desearía a ningún padre tener que cuidar de su propio hijo”, dice el padre Goffredo, que a pesar de todo ha seguido a Franco todos estos años. «Perdí a mi esposa hace treinta años, pero esto fue un golpe doblemente duro. La atención del personal de la casa Santo Spirito ha sido de gran consuelo en estos años, especialmente de la Dra. María Teresa Mattivi, quien estuvo muy cerca de mí. La atención que recibió fue muy satisfactoria. El personal es muy especializado y lo atendieron con mucho cariño.”
Antes del accidente, Franco Zampedri trabajaba en la Universidad de Trento. Inicialmente trabajó en la tesorería, pero luego se trasladó a las oficinas de Cial, el centro lingüístico de la universidad que tenía su sede en la Facultad de Letras. Aunque su vida terminó demasiado pronto, el recuerdo que dejó en las personas sigue siendo muy profundo hoy en día. “Ha sido mucha la gente que ha venido a visitar a Franco en estos últimos días”, continúa el padre. «En Viarago lo recordaban con cariño. Me quedé con él todo el día porque sabía que estaba enfermo. Pero muchos de sus compañeros también llegaron de la Universidad. Todos se tomaron vacaciones a pesar de que han pasado veinte años.”
La cercanía también se sentía desde mundos más alejados del de los conocidos más íntimos. Tanto las instituciones locales como las provinciales siempre han estado a su lado: en 2007 recibió la visita del concejal Tarcisio Andreolli.
Las grandes pasiones de Franco
Hubo dos Zampedri: la banda y el fútbol. También en 2007, la noticia de su situación llegó incluso a la Juventus. Por eso, el entonces capitán, Alessandro Del Piero, también vino a visitarlo a Pergine.
«Goffredo y yo somos amigos y su dedicación a Franco fue increíble: venía a la RSA incluso dos veces al día», recuerda Marco Casagrande, presidente de la APSP hasta 2015. También son entrañables los recuerdos de sus nietos Natanael, Rihane y los pequeños Ilayda e Ileyna, Samantha, Sergio y los pequeños Oliver y Elías.
El funeral tendrá lugar mañana 20 de abril en la iglesia parroquial de Viarago a las 14.30 horas. Luego seguirá la cremación.

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