En los últimos años, terremotos, inundaciones, deslizamientos de tierra y desastres han afectado a gran parte de nuestro país y la frecuencia e intensidad de dichos eventos parece haber aumentado significativamente en los últimos años.
Basta pensar en la inundación en Emilia Romagna y el impacto económico que tuvo en las empresas. Por este motivo, la Ley de Presupuesto 2024 introdujo la obligación de cobertura de seguro contra desastres naturales, dirigida a las empresas.
En particular, para las empresas obligadas a inscribirse en el Registro Mercantil, se introduce la obligación de estipular contratos de seguro para cubrir los daños al inmovilizado material causados directamente por desastres naturales y eventos catastróficos ocurridos en el territorio nacional.
Los desastres naturales y eventos catastróficos incluyen terremotos, inundaciones, deslizamientos de tierra, inundaciones y desbordes. Están cubiertos los siguientes:
- terrenos y edificios;
- plantas y maquinaria;
- instalaciones industriales y comerciales.
La fecha límite está fijada para el 31 de diciembre de 2024.
La negativa o evasión de la obligación de contratar por parte de las compañías de seguros se castiga con una sanción administrativa, pero no sólo. La Ley también prevé que la empresa, en caso de incumplimiento, corre el riesgo de no poder acceder “a la asignación de contribuciones, subvenciones y beneficios financieros con cargo al presupuesto del Estado, también con referencia a los previstos para acontecimientos calamitosos y catastróficos”.
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