Si cenas tarde te haces doble daño: en qué te estás metiendo

Para mantener la forma y la salud no basta con prestar atención a lo que comemos, sino también a cuándo lo hacemos

El horario de las comidas, o la hora a la que comes, juega un papel importante en tu salud ya que los relojes internos de nuestro cuerpo están fuertemente influenciados por la alternancia del día y la noche que a su vez influyen en las secreciones enzimáticas y hormonales, que regulan muchos procesos, incluidos los digestivos y metabólicos.

No importa sólo cuánto comes, sino también cuándo comes – (ilciriaco.it)

De hecho, para mantenerse en forma y saludable no solo importa lo que come, sino también cuándo lo hace.. Comer un refrigerio nocturno de vez en cuando puede parecer inofensivo, pero hacer de cenar tarde un hábito diario podría tener repercusiones negativas en su salud. Nuestros relojes biológicos internos están estrechamente influenciados por el ciclo día-noche, que a su vez regula las secreciones enzimáticas y hormonales, controlando procesos vitales como la digestión y el metabolismo. Para mantener la forma y la salud no basta con prestar atención a lo que comemos, sino también a cuándo lo hacemos.

El momento adecuado para cenar

Cenar tarde no es buena idea. Cenar y acostarse poco después puede comprometer la digestión y afectar negativamente la calidad del sueño. Esto puede crear un círculo vicioso, perjudicial para nuestro bienestar físico y mental.

El momento adecuado para cenar – (ilciriaco.it)

Falta de sueño y trastornos del descanso, como el insomnio.se han asociado en varios estudios con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, demencia y envejecimiento prematuro con el tiempo, así como una serie de otros trastornos.

Investigaciones recientes publicadas en revistas científicas como Jama han destacado que La falta de sueño aumenta el riesgo de diabetes tipo 2. independientemente de los hábitos alimentarios. Comer tarde en la noche, especialmente en grandes cantidades, puede provocar una acumulación de grasa. El cuerpo tiende a almacenar energía no utilizada, contribuyendo así al sobrepeso a largo plazo.

Además, Quienes cenan muy tarde suelen comer más durante el día y prefieren alimentos menos saludables, lo que puede provocar inflamación en el cuerpo., promoviendo aún más el aumento de peso. Además, comer tarde puede aumentar el riesgo de sufrir trastornos gastrointestinales como acidez de estómago y reflujo.

La práctica de cenar tarde también puede aumentar el riesgo de enfermedades metabólicas. Además de reducir el gasto energético e influir en la producción de hormonas implicadas en la regulación del apetito, como la leptina, puede aumentar el riesgo de hipertensión y enfermedades crónicas, incluidas las cardiovasculares.

En conclusión, Los horarios de las comidas no deben pasarse por alto a la hora de mantener un estilo de vida saludable. Optar por una cena más ligera y consumirla al menos un par de horas antes de acostarse puede favorecer una mejor digestión, un sueño más reparador y un mejor control del peso corporal, contribuyendo así a una mejor salud a largo plazo.

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