El martes 23 de abril, Tesla publicará los datos del primer trimestre del año, y se cree ampliamente que Wall Street los recibirá muy mal. El relativo a los datos financieros, sin embargo, será sólo el último de los muchos problemas que tendrá que afrontar la empresa, tras haber entrado en lo que parece ser la tormenta perfecta. Entre números que no cuadran, despidos, renuncias y cancelaciones de proyectos clave, se puede decir sin temor a contradecirse que Tesla está atravesando uno de los periodos más difíciles de su vida.
El manager Drew Baglino se marcha, pero es sólo el último de una larga lista de “peces importantes” que se han ido
La última noticia, por orden cronológico, es la despedida -no sabemos si voluntaria o no- de Drew Baglino. El directivo, que a lo largo de los años también ocupó el cargo de vicepresidente, fue jefe de la división de Ingeniería de Energía y Tren Motriz. En otras palabras, era el hombre a cargo de la división de motores y baterías de Tesla. También fue uno de los primeros ejecutivos contratados por Elon Musk, con quien compartió una carrera de 18 años en Tesla.
Si bien la despedida de Baglino es ciertamente la más ruidosa, no fue la única durante este período convulso. También abandonaron Tesla Rohan Patel, vicepresidente encargado de políticas públicas, Anthony Thurston, jefe de producción de cátodos de baterías y subordinado directo de Baglino, y Zach Kirkhorn, director financiero que dejó la empresa el año pasado.
Una auténtica hemorragia de trabajadores “de cuello blanco”, a lo que se suma el despido de más de 15.000 empleados anunciado por el propio Elon Musk hace unos días. Antes, la bomba lanzada por Reuters anunciando el cese de los trabajos en el Model 2, el vehículo eléctrico de bajo coste de Tesla.
Elon Musk habría decidido apostar por la conducción autónoma, pero ya habría acumulado mucho retraso
Según una teoría relanzada por algunos órganos de prensa, los despidos y destituciones de algunos directivos serían consecuencia directa de una estrategia desarrollada por Elon Musk. Estrategia que se centra exclusivamente en los robotaxis y la conducción autónoma.
De hecho, el excéntrico empresario ha compartido en X, el ex-Twitter, que el 8 de agosto revelará al mundo el robotaxi de Tesla. Y ese sería el único proyecto en el que estaría trabajando la empresa. Todos los fondos y todos los esfuerzos estarían encaminados a llegar al 8 de agosto con algo en la mano.
Tesla presentará su robotaxi autónomo en agosto. Pero las dudas sobre el Model 2 aumentan
Para decirlo al estilo estadounidense, Elon Musk habría decidido poner todos los huevos en una sola canasta. Y esta cesta se “llama” conducción autónoma. Una apuesta en la que la empresa ya ha invertido mucho, con más de 500 millones de dólares destinados a la creación de un segundo cluster Dojo en Nueva York.
El cluster Dojo hace referencia al superordenador diseñado por Tesla para el desarrollo de la inteligencia artificial, que se utilizará tanto para el sistema de conducción autónoma de sus coches como para el funcionamiento del robot humanoide Optimus. En términos técnicos, hablamos de un sistema capaz de procesar petabytes de datos procedentes de las cámaras de los casi cinco millones de coches Tesla en circulación.
Sin embargo, el proyecto Dojo también parece haberse retrasado.: en los planes de la dirección de Musk y Tesla, el centro de procesamiento de datos debería haber entrado en funcionamiento a finales de agosto de 2024, pero es muy probable que la puesta en marcha se retrase. Actualmente es difícil imaginar que Tesla pueda presentar algo más concreto que una prueba de concepto en agosto.
