25/06/2024 – COREY TAYLOR + SIAMESE en Alcatraz

25/06/2024 – COREY TAYLOR + SIAMESE en Alcatraz
25/06/2024 – COREY TAYLOR + SIAMESE en Alcatraz

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Foto en Simona Luchini

No hace falta presentación para el Sr. Corey Taylor, y la multitud que, a pesar del día laborable, formó una larga fila para rodear y luego sitiar Alcatraz, está allí para testificar cómo la grandeza del artista siempre puede superar las debilidades y vicios del hombre.
Hoy, sin embargo, no estamos aquí tanto para incendiar la gloria del metal alternativo, sino para disfrutar de un líder impulsado por una curiosidad musical infinita, que nunca tiene miedo de explorar nuevas vías, por controvertidas que puedan parecer a los puristas.
Hay que reconocer que los responsables del recinto han mejorado notablemente el proceso de control de entradas, por lo que hacer cola en una tarde cada vez más cálida después de dos días de lluvia es sólo un agradable preludio de lo que nos espera más allá de esas puertas.

La tarea de calentar el ambiente a la espera del acto principal está encomendada a SIAMÉS Y la banda danesa, recién llegada a Copenhell 2024, no se deja intimidar, gracias a la voz flexible de Mirza Radonjica, que recurre al autotune y a los filtros vocales en vivo con menos frecuencia de lo que cabría esperar, y a un repertorio llamativo, con cinco álbumes ya. publicado, un sexto anunciado por numerosos solteros dispuestos a intentar escalar hacia las primeras posiciones.
El territorio en el que se mueve la banda es un campo de cultivo de metalcore donde proliferan apasionantes himnos pop como “Numb”, “Can’t Force The Love” y el nuevo “Vertigo” (probablemente la clave de un éxito comercial definitivo), pero. Más que un camino principal que discurre paralelo al de Atreyu, los desvíos, los toques folk (“Ocean Bed”, en el que el violín eléctrico de Christian Hjort Lauritzen ocupa el espacio que merece) o algunos experimentos bizarros e intrigantes son intrigantes en el disco-metal. (“On Fire”) que los acerca a The Rapture.
Sencillos y eficaces, en directo los daneses consiguen implicar fácilmente al público, borrando cualquier prejuicio (y el escritor tenía muchos) que pueda surgir de una escucha superficial de sus álbumes.

Los tediosos problemas aduaneros provocan la entrada de COREY TAYLOR la subida al escenario se pospone una hora, sin que esto afecte al setlist y sin (lamentablemente) impedir que la banda toque con fuerza durante la fase de bis en un inocente “The Killing Moon” de Echo & the Bunnymen, despojado de su aura new wave y obligado asumir el papel anónimo de una pieza de banda de versiones.
Este momento, sin embargo, será la única (e insignificante) nota negativa en noventa minutos de puro entretenimiento, introducida por el sketch acústico “The Box” con ese “Respira y disfruta del espectáculo.”, que invita a seguir a un flautista que ya no tiene ningún deseo de ocultar su vida y su repertorio (que también es muy noble) bajo una máscara.
Comenzamos entonces con “Post-Traumatic Blues” (del segundo disco solista “CMF2”) y un efectivo contraste entre el verso gruñido y el estribillo trepidante, pieza que podría pertenecer al repertorio de Stone Sour, del que (casualmente ) Se trata de un “Made Of Scars” interpretado rápidamente y explota en un estribillo de estilo grunge. Con el momento AOR “Black Eyes Blues” (del debut “CMFT”), la banda soluciona definitivamente los ligeros defectos de equilibrio y se presenta al máximo de sus posibilidades, lo que para el cuarteto que acompaña al bueno de Corey significa poder conmover. en cualquier territorio musical, haciendo que el público digiera incluso lo que no funciona perfectamente en el disco, como el punk rock estilo Offspring de “We’Re The Rest” (que fue y sigue siendo algo de poca importancia comparado con el potencial de su autor, pero bajar del escenario es divertido, por cierto), potenciando la melodía pop de “Beyond” (dedicada a su esposa Alice Taylor), e incluso consiguiendo que no nos perdamos demasiado el “Before I Forget” original (slipknot). .
Mención especial merece el baterista Dustin Robert, que, al no haber tenido tiempo de descargar su equipo, se sienta detrás de la batería prestada por Siamese, con el entusiasmo de una banda en sus inicios.
Hablando de Slipknot, sin embargo, en el setlist obviamente hay espacio para “Snuff”, en versión acústica y solitaria y con el patetismo que le conviene (excelente interpretación, ciertamente mejor que la disponible en la colección de rarezas “CMF2B… o no a B” publicado recientemente).
La vida pasada en las sombras de las drogas y el alcohol, en cualquier caso, le ha enseñado a Corey Taylor a nunca dar por sentado el amor del público, y parece querer ganárselo cada noche en el escenario: con los sabores de soul blues de “From Can To Can’t” (del proyecto “Sound City: Real to Reel” con Dave Grohl), con “Home”, una encantadora balada que un joven Paul Weller fácilmente podría haber escrito, y luego con el trío de canciones colocadas en el bis space, el “The Killing Moon” mencionado anteriormente, “30/30-150” del cancionero de Stone Sour (curioso cómo en vivo las canciones más rítmicas tocan los sonidos rockabilly de Volbeat) y el gran final de “Duality” cantado y gritado desde todo el público, mientras en el escenario se encuentra un hombre de cincuenta años al que sólo se le puede ver con un micrófono en la mano.
Citando a Marsellus Wallace, Corey Taylor fue uno de los que “que cuando eran jóvenes pensaban que su trasero envejecería como el vino”. Ciertamente, su vinagre no llegó a serlo.

SIAMÉS

COREY TAYLOR

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