El Sabor de las Cosas: una oda a la pasión culinaria y al amor sutil. En el cine a partir del 9 de mayo

Cuando la cocina se encuentra con el amor nace una sinfonía de emociones que envuelve al espectador como un perfume embriagador. “El sabor de las cosas”la nueva película de Trần Anh Hùng, es una oda a la pasión culinaria y a los sutiles matices de los sentimientos humanos, interpretada magistralmente por Benoît Magimel y Juliette Binoche.

Ambientada en 1885, la película sigue La historia de Eugenia.interpretado por Binoche, una impecable cocinera que trabaja desde hace más de veinte años para la famoso gastrónomo Dodin, interpretado por Magimel. De su colaboración han surgido deliciosos platos que han asombrado hasta a los chefs más ilustres del mundo. Con el paso del tiempo, la práctica de la cultura gastronómica y la admiración mutua se convirtieron en una relación romántica, aunque poco convencional.

Un amor tan fino como un hilo de seda.

Eugenia, amante de su libertad, nunca quiso casarse con Dodin. Esta negativa, sin embargo, no afectó su profundo vínculo. En un gesto audaz y romántico, Dodin decide cocinar para Eugénie, un acto que representa el pináculo de su devoción y amor por ella. Magimel y Binocheya pareja en el set de “Niños del siglo” en 1999, recrean una alquimia silenciosa pero desbordante, que lucha por mantenerse controlado. Su interpretación trasciende las palabras, transmitiendo emociones sutiles y profundas a través de miradas, gestos y silencios elocuentes.

Trần Anh Hùng, un director vietnamita naturalizado francés, resume esta historia de amor en movimientos suaves de la cámara que nos hacen testigos del milagro de la creación culinaria. Las escenas de la cocina son verdaderas obras de arte., contado con abundancia de detalles que celebra los sonidos, sabores, colores cálidos y sabrosas imágenes de la preparación y emplatado de los platos. El acto de cocinar se convierte en un rito sagrado, una expresión de amor que encuentra su propio máxima expresión cuando Dodin decide cocinar para Eugénie. Hùng construye este momento con obsesivo cuidado, no sólo porque representa la escena principal de la película y el punto de inflexión en los destinos escénicos de los protagonistas, sino porque Simboliza un sentimiento puro, simple y hermoso. que incorpora la imagen hasta brillar en los ojos y corazones de los espectadores.

Además del amor y la pasión culinaria, “El Sabor de las Cosas” explora una amplia gama de emociones humanas. La espera de un amor que crece a fuego lento y bajo, el deseo de libertad de Eugénie, la ausencia, el dolor, la muerte y la imposibilidad de expresarse en el arte culinario cuando se la priva de su propio propósito. Magimel y Binoche encarnan estas emociones con tanta profundidad e intensidad que nos dejan sin aliento. Sus performances son una obra maestra de la sustracción, donde cada gesto, cada mirada y cada silencio cobran un profundo significado.

“Il Gusto delle Cose” es una película llena de belleza y poesía. Cada toma es una obra de arte, cada movimiento de cámara una oda a la gracia y la elegancia. Hùng nos sumerge en un mundo de mimo y atención, de pequeños momentos, de risas, silencios y lágrimas, de sabores recordados y otros por decantar. El director nos recuerda que el verdadero sabor de las cosas no radica sólo en la comida, sino en apreciar cada momento de la vida, cada emoción, cada matiz de la existencia humana. Es una invitación a frenar, a respirar, a disfrutar de las pequeñas alegrías cotidianas sin prisas.permitiéndoles crecer y madurar como un buen vino.

“Il Gusto delle Cose” es un homenaje al cine de autor, al tipo de película que nos llena de felicidad y gratitud hacia la vida y el mundo que nos rodea. Es una obra refinada, delicada, que requiere paciencia y atención por parte del espectador, pero que recompensa con una profundidad emocional y una belleza visual incomparable. Presentado en competición en Cannes 76, donde recibió el Prix de la mise en scène, e inspirado libremente en “Le Vie et la Passion de Dodin-Bouffant, gourmet”novela de 1924 de Marcel Rouff, y a la figura del gastrónomo francés Jean Anthelme Brillat-Savarin activo en la primera mitad del siglo XIX, “El Sabor de las Cosas” es una joya cinematográfica que merece ser apreciada y celebrada.

Una celebración del amor y la vida.

En un mundo acelerado y caótico, “Il Gusto delle Cose” nos recuerda la importancia de detenerse, de saborear la belleza que nos rodea y celebrar el amor en todas sus formas. Ya sea amor por la cocina, por una persona o por la vida misma, esta película nos invita a vivir plenamente cada momento, a nutrir nuestras pasiones y a dejarnos guiar por las emociones más sutiles y profundas.

Con Benoît Magimel y Juliette Binoche como guías, nos sumergimos en un viaje sensorial y emocional lo que nos deja un sabor inolvidable en nuestros labios y en nuestro corazón. “El Sabor de las Cosas” es una increíble experiencia cinematográfica, una oda a la belleza, la pasión y el amor en todos sus matices.

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