“Recibimos muchas indicaciones, sin éxito”

“Recibimos muchas indicaciones, sin éxito”
“Recibimos muchas indicaciones, sin éxito”

BRINDISI – Los convictos (y otras personas) fueron interceptados. Se escuchó a varios arrepentidos. Las pistas alternativas investigadas por los investigadores nunca han conducido a nada concreto. El subcomisario Vincenzo Zingaro hizo un balance de todas las hipótesis de investigación exploradas infructuosamente hace 23 años, tras los asesinatos de los empresarios Salvatore Cairo y Sergio Spada, asesinados el 6 de mayo de 2000 y el 20 de noviembre de 2001 respectivamente.

Zingaro es hoy el director de la división de policía administrativa de la comisaría de Brindisi. En el momento de los hechos, seguía personalmente las investigaciones sobre los asesinatos, en calidad de subdirector del Brindisi Flying Squad. Esta mañana (martes 2 de julio), en la sala Metrangolo del tribunal de Brindisi, el funcionario mencionó los nombres de algunas personas que fueron perseguidas entre 2000 y 2001, sin resultados significativos.

Zingaro fue interrogado ante el tribunal de lo penal presidido por el juez Maurizio Saso (junto a Adriano Zullo), respondiendo a las preguntas formuladas por el mismo tribunal, por el fiscal de la DDA de Lecce, Milto Stefano De Nozza, y por el tribunal de la defensa, compuesto por de los abogados Giacinto Epifani, Elvia Belmonte y Luca Leoci. Los dos únicos acusados ​​son los hermanos Cosimo y Enrico Morleo. El primero habría actuado en el papel de director. El segundo en el de albacea. Ambos estuvieron conectados por videoconferencia en las prisiones de Voghera y Palermo. A la audiencia también asistieron hoy la esposa y el hijo de Sergio Spada. Estuvieron presentes los abogados demandantes Giuseppe Guastella, Michele Guastella, Emanuela Sborgia, Cristina Minonne, Oreste Nastari.

Enrico Morleo emitió una breve declaración espontánea, profesando, por enésima vez, su no implicación en los asesinatos: “Me habéis negado el enfrentamiento con Massimiliano (colaborador de la justicia, acusador de los hermanos Cosimo y Enrico, ed.), yo declararme inocente”. Cabe recordar que Enrico confesó haber cortado en pedazos el cuerpo de Salvatore Cairo y haberlo escondido en un pozo, encontrado junto a un cuchillo en la carpintería regentada por su hermano Cosimo, pero no haber matado al empresario. Cosimo también siempre ha profesado su inocencia. Los asesinatos, según la acusación, se cometieron para eliminar a dos competidores en el sector de artículos para el hogar, donde Cosimo Morleo, según el teorema acusatorio (desmentido por el acusado), pretendía un monopolio. También se cuestionó la agravante del método mafioso.

La audiencia se abrió con la asignación de la tarea a la asesora técnica Anna Greco, que deberá transcribir las conversaciones grabadas durante la inspección realizada el 20 de diciembre de 2023, entre la antigua leñera de Cosimo Morleo y el pozo en el que Salvatore encontró los restos. El Cairo, cortado en pedazos con una motosierra y quemado.

Luego pasamos a centrarnos en pistas alternativas. Vincenzo Zingaro repasó los distintos escenarios repasados ​​hace 23 años, cuando llegaron a la comisaría diversas denuncias, incluso anónimas. Por ejemplo, fue interceptado un preso de Monopoli, entonces encarcelado en la prisión de Trani, que en 1999 envió a Sergio Spada una carta que contenía una solicitud considerada “ambigua” por la policía, en el marco de las relaciones comerciales que el empresario de Brindisi mantenía con los llamados sartenes de la provincia de Bari. Pero los resultados no condujeron a nada. También lo delataba la hipótesis de una posible conexión entre el asesinato de Spada y la muerte de un joven que en diciembre de 2001 fue encontrado sin vida en una casa de Rosa Marina. El niño murió por causas naturales, quizás como consecuencia del consumo de drogas. En la villa se encontraron cintas de vídeo cuyo contenido se pensaba que pertenecía a un asociado de Spada. Mobile adquirió el VHS, sin éxito.

Entre las distintas pistas alternativas, la del robo que acabó mal contra Spada, propietario del Rolex, desapareció rápidamente. El costoso reloj, por otra parte, fue encontrado en la muñeca del cadáver del empresario, abandonado en una gasolinera abandonada de la circunvalación de Brindisi, cerca del barrio de Sant’Elia, después de haber sido incautado mientras tomaba la rampa que conducía al garaje de su casa en el barrio de Casale, conduciendo su propio coche. Si realmente querían robarle, ¿qué sentido habría tenido entregar el objeto del robo?

Zingaro recuerda que desde hace años se entrevista a varios colaboradores de la justicia, entre ellos Vito Di Emidio alias “Bullone”, pero ninguno de ellos tenía conocimiento de los asesinatos. Una investigación iniciada sobre Massimiliano Morleo, detenido en Albania el día después del asesinato de El Cairo, tampoco obtuvo resultados. “Hemos recibido numerosas indicaciones – afirma el subcomisario – pero se han examinado todas las rutas alternativas sin ningún resultado”.

Una vez abordado también este capítulo, la próxima audiencia tendrá lugar el 17 de septiembre de 2024.

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