El mercado inmobiliario residencial en Italia se está desacelerando. En los tres primeros meses del año cayó un -7,2% respecto al mismo periodo del año pasado, con 154.770 transacciones. Nápoles se encuentra entre las ciudades en las que el descenso es más significativo: Milán lidera el ranking (-13,2% y 5.141 transacciones), seguida de Turín (-10,2% y 3.193 transacciones), Roma (-6,9% y 7.703 transacciones), Génova ( -6,7% y 1.898 transacciones), Florencia (-5,9% y 1.137 transacciones), Palermo (-5,7% y 1.508 transacciones), Nápoles (-4,4% y 1.868 transacciones) y Bolonia (-1,8% y 1.241 transacciones).
Además, si consideramos exclusivamente las viviendas nuevas vendidas en las grandes ciudades (1.624 en total), la cuota no alcanza el 7% del total de ventas, con un descenso de las transacciones del -23% respecto al mismo período de 2023. En Nápoles, en En particular, la proporción de casas nuevas es sólo del 1,9%.
El análisis es de Abitare Co., empresa de intermediación y servicios inmobiliarios especializada en obra nueva.
Entre los principales motivos de la desaceleración destacamos la falta de oferta de viviendas nuevas y de alta eficiencia energética, la incertidumbre sobre las perspectivas de la situación económica y la caída del poder adquisitivo, el signo negativo de las inversiones en el sector residencial (-35 % en el primer trimestre de 2024) y la retirada del mercado de inmuebles renovados con el Superbonus por la mayor tributación por eventuales plusvalías.
