NeoLatina, el mole que te hace única

NeoLatina, el mole que te hace única
NeoLatina, el mole que te hace única

Este es el artículo detallado que publiqué en la revista NeoLatina, que es un suplemento quincenal de este sitio. Un juego comunicativo, una herramienta para coger papel y ser un poco snob. Papel grueso, hoja grande y caracteres que puedes leer en la barra: bajo los cenadores si es verano, al calor de las mesas internas si no es verano. Un juego de dos “conversadores”, diferentes como el sol es diferente de la luna, mi Juve de su Inter, él conservador, yo progresista, yo amante del hombre que transforma, ecologista. Pero esta ciudad carece de una cultura de dialéctica frente a un mundo de pertenencia. La revista se puede encontrar en cualquier bar del centro. ¿Por qué NeoLatina? Porque desde el fin del gran imperio occidental han nacido nuevos lenguajes, nuevos testimonios, nuevas ciudades y el defecto es el defecto que hace único al tema. Aquí somos lo nuevo que conoce lo viejo, que lo innova y no lo borra pero tampoco lo idolatra y somos el defecto que lo hace único. ¿Presuntuoso? Léenos y si es así ¿qué harías?

La revista fue presentada en los salones de Turi Rizzo en Latina el pasado viernes

EL ARTÍCULO

Maurizio Guercio me involucra en este “juego” comunicativo sobre la primera piedra de Latina (comprendes bien que no puedo ni quiero utilizar otro nombre). Primera piedra entonces creo que hay otra fecha para la inauguración. Esta ciudad tiene más cumpleaños que habitantes. Decirme estas cosas es como llevar un perro a la iglesia para convertirlo en cristiano. Soy uno de los que estuvieron allí antes, los vaqueros a quienes les quitaron la tierra, la historia, la identidad, la lengua. En la sala del consejo provincial del edificio del gobierno de Latina hay un cuadro de Cambellotti en el que los hombres nuevos, sanos, brillantes y orientados al futuro ahuyentan a los hombres viejos, negros y feos en las montañas. El plan está muy ordenado. En este cuadro está el nudo, el desgarro. El deseo de negar el antes, el deseo de realizar un experimento humano con la apuesta de poder crear un “hombre nuevo”. Un hombre sin pasado, ordenado, entregado a la comunidad, al país, al líder… A la historia que hay que reescribir con cada nueva historia. Allí, en el cuadro, se explica por qué la ciudad no ama su Isla de Francia, su distrito Columbia. Y, sin embargo, para nacer, la ciudad tenía que acoger a los muchachos que habían estudiado en el seminario de Sezze, o a los que de Priverno y Sonnino habían ido a los curas en Roma, o a los Coresi que habían entrado al mundo desde Velletri. Por no hablar de Terracina y Gaeta, que se hicieron a la mar cuando el mundo casi no sabía navegar. Aquí hace falta remiendo, un remiendo de costurera de calidad capaz de mostrar no el desgarro sino la verdad. Quien dice que somos lo que somos porque el hombre nuevo nunca nació y a quien quiso forjarlo lo mando a morir declarando la guerra a 40 estados diferentes y hago morir a medio millón de niños italianos. Hoy digo que ese cuadro es una advertencia para quienes quieren una perfección humana que no está prevista y produce monstruosidades de la razón. Latina, neoLatina, radica en los niños de primaria cuyos ojos verán cosas que ni siquiera imaginamos, sólo podemos decirles la verdad de un mundo variado donde matamos el bosque por cemento y ahora necesitamos árboles. Latina era una ciudad de oportunidades cuando se pensaba, no en otro mundo, sino en el mundo. Sabes, me encanta pensar que esta ciudad se fundó alrededor de una madre, la Mater Matuta, y esa madre era capaz de tener hijos, de belleza. Esta ciudad es una ciudad italiana donde, al igual que Nápoles, nacen nuevas ciudades que llevan el aroma de los limones a otros lugares. Hay que partir de entender un cuadro, entender la narrativa y sacarle el máximo partido. ¿Que debería hacer? Empezaría a llevar a los niños a verlo, como un acto de religión civil como lo hicieron conmigo, con mi generación, cuando las abuelas nos llevaban a “leer” las iglesias, sus mil historias, sus símbolos. Conocí el mundo desde el edificio de los Jesuitas que es el edificio más alto de mi Sezze para decir que la Sabiduría cuenta para honrar al Señor. Comprender el mundo entendiendo el propio mundo. Yo haría esto, entonces esos niños cambiarán de pensamiento, la derribarán, como hicimos nosotros, tan llenos de la Santa Iglesia Romana que somos anticlericales. Esto se lo debo al tema, a mi gente y a la ciudad en la que elegí vivir y que… No se puede decir hermosa, pero cómoda sí.

Me gusta:

Me gusta Cargando…

PREV Abrazos “inclusivos” hasta en el centro comercial
NEXT La emergencia por sequía en Cerdeña se agrava: los embalses están llenos al 57,4%, cinco puntos menos en un mes