Como viene siendo tradición en las últimas temporadas, el Dinamo Sassari fue el primer club que entró en el mercado, prácticamente completando la plantilla de la próxima temporada a mediados de junio.
El primer fichaje del presidente Sardara fue el del Justin Bibbins, base procedente de Nanterre. Bibbins tiene un identikit que en Francia, y no sólo, se está volviendo cada vez más popular, incluso con resultados notables: el base muy pequeño (1,73 por 68 kilos), que da al equipo un gran dinamismo y un gran impacto ofensivo. Sólo esta temporada en el campeonato francés han lucido, además de él, obviamente TJ Shorts con el Paris, así como el eterno TJ Campbell, ambos jugadores que miden bastante menos de 180 centímetros.
Bibbins es ahora un veterano del baloncesto europeo. La primera temporada de este lado del océano se remonta a la 2018/2019, con Starograd Gdanski, en Polonia. De allí una temporada entre Hungría y Serbia para luego aterrizar en Francia, tras otra media temporada en Polonia en el Legia de Varsovia. Primero un año y medio en Pau, y finalmente los dos últimos años con la camiseta del Nanterre, ambos acabaron como máximo anotador y asistente del equipo (15 puntos y 5 asistencias de media).
Llega a Italia en la cima de su carrera, habiendo cumplido 28 años en enero (nacido en 1996) y se perfila como uno de los jugadores potencialmente más electrizantes del campeonato.
Nacido en Bolonia en 1985. Golpeado por Danilovic, encantado por Ginóbili, traicionado por Abdul Gaddy. Incidente que me llevó a evaluar las cosas de una forma más desencantada. Ejemplo clásico de un paciente que sufre de “Enfermedad”. La vida es demasiado corta para ver mal baloncesto pero, al menos, la liga húngara sigue siendo una gran opción.
