“Un lugar en el corazón para muchos”

«El Pic Nic es un pedazo de la historia de muchos riminenses. Mucho más que un restaurante. Cada uno de nosotros lo llevaremos siempre en el corazón”. Así recordó Jamil Sadegholvaad, alcalde de Rímini, las antiguas glorias del lugar histórico de via Tempio Malatestiano. Palabras llenas de emoción, las del alcalde, pronunciadas el pasado martes durante la presentación del volumen “… el Pic Nic permanece”, en la biblioteca de Gambalunga. Davide Bellini, hijo del antiguo propietario Maurizio Bellini, fallecido en 2015, agradeció con emoción a los numerosos asistentes: «Mi padre habría estado muy feliz de veros aquí».

negro sobre blanco

«Un duro golpe para todos nosotros – comentó en tono apagado el autor del volumen, Nicola Gambetti, refiriéndose a la desaparición de Maurizio -. Fue él quien, para celebrar el cincuentenario del lugar, me propuso escribir un libro.”

Luego ocurrió el trágico suceso que detuvo la recopilación de material en el que el escritor ya estaba trabajando. En noviembre de 2023, de Pamela La Maida – hija del otro propietario, Roberto “Berto” La Maida – llegó la petición que Gambetti esperaba desde hacía casi diez años: «¿Retomamos el proyecto en nuestras manos?». El escritor, al que no hizo falta que se lo contaran dos veces, plasmó en papel las historias de los clientes que pasaron por el Pic Nic.

El comienzo de la historia.

Inaugurado el 26 de diciembre de 1965, como quiso señalar Berto La Maida, en primera fila de la presentación del libro, el Pic Nic es un lugar donde se hizo la historia de la ciudad. “Casi un palacio de la política – aventuró el intendente -, con acuerdos que se firmaron alrededor de las mesas del lugar”. El autor destacó que el volumen publicado por Youcanprint no persigue ninguna intención de autocelebración. «Reunimos los recuerdos de los clientes, las fotografías tomadas en el restaurante -este es su comentario-. Planos en los que cada uno de nosotros podemos reconocernos.” Una suerte de memoria colectiva, encerrada en 192 páginas de anécdotas e historias en las que los verdaderos protagonistas son ellos mismos: los antiguos clientes.

Gracias

«Haber retomado el proyecto del libro – explicó Pamela La Maida – es un regalo que quería hacerle a mi padre Berto por su 80 cumpleaños. Davide (Bellini) y yo hicimos no sé cuántas temporadas en el Pic Nic. Crecimos con eso”. No faltaron los agradecimientos de corazón de Gambetti a los hijos de los dos propietarios históricos. «Les agradezco a ambos – concluyó -. Especialmente Davide y su familia, para quienes no fue nada fácil retomar el proyecto nacido de una idea de Maurizio. Pero al final se cerró un círculo.”

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