Salvini el maleficio. Vuelve al Véneto y la Liga vuelve a perder

Salvini el maleficio. Vuelve al Véneto y la Liga vuelve a perder
Salvini el maleficio. Vuelve al Véneto y la Liga vuelve a perder

Verona, Padua, Vicenza. Hasta el caso de Montecchio Maggiore, donde optó por celebrar la autonomía y luego el Carroccio perdió la segunda vuelta. Incluso los miembros de la Liga Norte lo dicen: donde pasa el secretario, el partido se hunde

“¡Nos vemos en Montecchio Maggiore para celebrar la autonomía!” Firmado Matteo Salvini. Parece que a estas alturas algunos militantes de la Liga se rascan la cabeza. “Pero no, vamos”, sonríen los optimistas. Pero en el fondo también se rascan. “¿Por qué aquí con nosotros?”. El problema es que el viernes el municipio de Vicenza acogió el acto de celebración “de la madre de todas las batallas”, como la llaman aquí en Véneto. Obviamente presentes estaban el presidente Zaia y el secretario regional del Carroccio Alberto Stefani. Y de Roma los peces gordos: Calderoli y Salvini, que reivindica “este éxito mío y de Luca”. Vemos. Montecchio Maggiore acudirá a las urnas el domingo y el lunes para elegir al nuevo alcalde. En la primera vuelta, la candidata de la Liga Norte se había consolidado Milena Cecchetto, con 6 puntos de ventaja sobre su oponente. Mientras tanto llega Salvini. Y la reversión se produce en la segunda vuelta. La debacle: Cecchetto pierde por casi 20 puntos. “La puerta negra. ¿Lo has visto?” De capitán a gafe.

“¡Nos vemos en Montecchio Maggiore para celebrar la autonomía!” Firmado Matteo Salvini. Parece que a estas alturas algunos militantes de la Liga se rascan la cabeza. “Pero no, vamos”, sonríen los optimistas. Pero en el fondo también se rascan. “¿Por qué aquí con nosotros?”. El problema es que el viernes el municipio de Vicenza acogió el acto de celebración “de la madre de todas las batallas”, como la llaman aquí en Véneto. Obviamente presentes estaban el presidente Zaia y el secretario regional del Carroccio Alberto Stefani. Y de Roma los peces gordos: Calderoli y Salvini, que reivindica “este éxito mío y de Luca”. Vemos. Montecchio Maggiore acudirá a las urnas el domingo y el lunes para elegir al nuevo alcalde. En la primera vuelta, la candidata de la Liga Norte se había consolidado Milena Cecchetto, con 6 puntos de ventaja sobre su oponente. Mientras tanto llega Salvini. Y la reversión se produce en la segunda vuelta. La debacle: Cecchetto pierde por casi 20 puntos. “La puerta negra. ¿Lo has visto?” De capitán a gafe.

Con el partido desmoronándose, en el Véneto no hay muchas ganas de bromear. Es una simple observación: por donde pasa Salvini la hierba muere. Ya sucedió hace dos años. Salvini sube al escenario en Verona, nosotros vamos a verlo a Padua. Cerveza inglesa. Doblete desde el centro izquierda. Obra maestra del año pasado en Vicenza. “Nuestro Rucco gana en la primera ronda”, promete Salvini. Nada. Al menos es una segunda vuelta. Entonces el ministro hace las maletas, se dirige al noreste y hace llamamientos en las calles. “Nunca cambies un equipo ganador”. A menos que ya no gane: el Dem Possamai gana por 500 preferencias. ¿Y hoy? La única capital en las urnas fue Rovigo. Salvini no fue esta vez a Rovigo. Y de hecho Valeria Cittadin, candidata del centro-derecha, ganó -lo hizo- con un 68 por ciento. Una sentencia.

Así quedó echado el destino para el pobre Montecchio. La ubicación del partido autonomista, en plena organización Filini, había sido elegida por Stefani (es decir, por Salvini). El Carroccio necesitaba un gran público para conseguir un buen efecto fotográfico. Y no podías arriesgarte a hacer el ridículo en una gran ciudad. Mejor que “la hermosa plaza de Montecchio Maggiore”, agradece el ministro. Debían ser unos 3.000 militantes con la pancarta de San Marcos. Vacas flacas: los votos a favor en el fatídico referéndum de 2017 fueron 2,2 millones. Pero para poder gestionar una multitud tan grande, un segundo evento dirigido sólo a los administrativos – ¡genial! – tuvo lugar dos horas después de Salvini. Quizás para distanciarse del Rey Midas de las papeletas. Quizás para extenderle la alfombra roja a Cecchetto. Que no es exactamente la última llegada. Y habría estado dispuesta a renunciar al puesto y al salario de consejera regional para volver a ser alcaldesa de Montecchio.

No habrá ningún riesgo. En términos de análisis electoral aséptico, se puede mencionar que la Liga ha protagonizado otro desastre propio. Que el alcalde saliente (también de la Liga) haya optado por apoyar al rival de centro izquierda, haciendo que los votantes caigan en picada. Dinámicas similares se han registrado en todo el territorio. Que en Vittorio Veneto la sección local del Carroccio fue puesta bajo comisionado, tras el apoyo abierto del candidato del PD – cualquier cosa para impedir la victoria del hombre designado por Toni Da Re, expulsado con un insulto agravante. Que en Venecia acaba de producirse otra ilustre purga, la del vicepresidente del Grupo Zaia en el Consejo, Gabriele Michieletto. Ni siquiera su propia gente puede ver a Salvini en la región. En definitiva, dejando de lado la mala suerte, los hechos son aún peores. “Felicitaciones y mejores deseos de buen trabajo a nuestros alcaldes”, relanza el secretario. Que alguien lo pare, o será un milagro verlos llegar al final de la legislatura.

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