las fiestas religiosas vistas por Gianni Berengo Gardin

«Solo soy testigo de lo que veo, trato de ser lo más objetivo posible. Intento fotografiar la realidad porque para mí la importancia de la fotografía es precisamente esta: la documentación, el testimonio, mostrar cómo estábamos en ese momento.” Gianni Berengo Gardin investiga la sociedad y el hombre en todas sus facetas, desde el momento en que cogió la cámara por primera vez, en los años cincuenta. Él mismo insiste en señalar que el compromiso del fotógrafo no debe ser artístico sino también civil. Con el tiempo ha creado una gran cantidad de obras que han adquirido la connotación de investigaciones sociales.

Entre las obras más significativas en este sentido se encuentra el libro Morir en clase, una documentación fotográfica de las condiciones de los asilos mentales en Italia en los años setenta. El reportaje, realizado junto con Carla Ceratifue creado para resaltar el dramático problema de los hospitales psiquiátricos, destacado en ese período por Franco Basagliadel que luego tomará su nombre la famosa ley de 1978 Otro trabajo clave de la producción de Berengo Gardin es el reportaje. Venecia y los grandes barcoshecho para reaccionar aLa amenaza que suponen los gigantescos cruceros que cruzan cada día el Canal de la Giudecca en su querida ciudad.

Berengo Gardin es un fotógrafo prolífico, ha publicado más de 200 libros y no sólo se ocupa de la denuncia social sino que se ha esforzado en investigar la humanidad en todas sus formas. A lo largo de su carrera se ha dedicado a proyectos autónomos, en función de su interés, sin necesariamente seguir un encargo. Y este es precisamente el caso de las fiestas religiosas en Sicilia, un reportaje realizado por iniciativa suya. Berengo Gardin es un explorador, así lo define Franco La Ceclay con su maestría logró encajar armoniosamente en la danza de vida y tradiciones que caracterizan a las ciudades del Sur.

Gianni Berengo Gardin, Sambuca di Sicilia (Agrigento), 1987

Lo que surge de las imágenes del libro. Sicilia 1966/2008, publicado por Humboldt Books, es de hecho la interpenetración entre las fiestas religiosas, la tradición y la vida cotidiana. Acompañando las fotografías y el texto de Gianni Berengo Gardin, palabras de su amigo Fernando Sciannatambién partidario de las imágenes relativas a los ritos religiosos sicilianos, y del antropólogo Franco La Cecla.

Gianni Berengo Gardin, Sambuca di Sicilia (Agrigento), 1987

Berengo Gardin se dedicó a este proyecto durante un larguísimo periodo de tiempo, desde 1966 hasta 2008, teniendo así la oportunidad de realizar un reportaje completo y exhaustivo. Todo encaja perfectamente, como la vieja botella de Fanta colocada entre las estatuas de Vírgenes y Santos en contemplación y cubierta por una pátina de polvo o como los carteles electorales que forman el telón de fondo de dos niños decididos a usar máscaras para unas vacaciones.

Gianni Berengo Gardin, San Fratello (Messina), 1991

Las fotografías son también una expresión del trabajo y el sufrimiento de la vida: los cuerpos se apiñan para soportar el peso de las estatuas llevadas en procesión, simbolizando la carga de preocupaciones que cada uno de nosotros lleva consigo a diario. Todo parece estar en el lugar correcto, estatuas y personas parecen convivir en perfecta armonía, la mirada participativa y atenta del fotógrafo nos brinda la atención que el pueblo siciliano presta a los ritos pascuales y al duelo. La intención de Berengo Gardin es transmitir el aspecto social y privado de las fiestas, no restaurar un aspecto folclórico y estandarizado. Es una fotografía del pueblo, de la multitud, llena de humanidad.

Gianni Berengo Gardin, Trápani, 1991

Para el fotógrafo, la presencia del hombre en las fotografías es significativa: en la imagen, el componente humano, más o menos evidente, debe estar siempre presente. Los rostros marcados por las dificultades y vicisitudes de la vida parecen emerger de la foto, las miradas contemplativas dirigidas al cielo son comparables a las de las propias estatuas. Las expresiones también se destacan por el modo de disparo en blanco y negro, firma estilística de Berengo Gardin, que acentúa el patetismo de los rasgos.

Gianni Berengo Gardin, Trápani, 1991

Si hoy podemos disfrutar de las fotografías de esta nueva publicación es gracias al mimo que Berengo Gardin reserva para su archivo personal, que cuenta con más de un millón de fotografías. De hecho, el autor afirma que disponer de un archivo permite al fotógrafo volver, incluso después de años, a algunas fotografías que inicialmente parecían inválidas. «El archivo es como el buen vino, mejora con los años», explica.

Gianni Berengo Gardin, Sicilia 1966/2008, italiano, inglés, rústica, 80 páginas, folleto con solapa, b/n, 17 x 21 cm 2024 ISBN 9791280336224

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