Pirri, pastelería histórica destruida por las llamas | Cagliari

¿Sabías? En 1925, en Aidomaggiore, el sacerdote y su amante mataron a una niña que los había descubierto.

Es la tarde del 7 de enero de 1925 cuando ad aidomaggiore el pequeño Vanda Serrahermosa hija de Giuanne Serra – podestà del país – desaparece. Parece como si un agujero negro se la hubiera tragado las huellas se pierden inmediatamente. Alguien jura haberla visto, haberla saludado -se dice que era una muchacha alta y guapa- poco antes, en aquella fría tarde de Enero, desaparecer. A partir de ese momento se van investigación Loco: registran cada casa del pueblo, cada calle, cada barranco. Sin embargo, no se puede encontrar a Vanda, de doce años. Se exige un rescate. La oscuridad no trae buenas noticias.

Para Giuanne Serra es una noche larga, salpicada de ansiedad y malos augurios. Sólo al día siguiente tenían previsto inspeccionar también las casas de los que habían sido excluidos de la investigación: todavía quedan por investigar a fondo cuatro o cinco casas, la del sacerdote y algunas religiosas. Es en casa de Peppa Rosa Ziulu donde encuentran algo. Una sábana esconde un cadáver lleno de cicatrices, torturado. Es ella, es la pequeña Vanda. Resulta que Peppa Rosa es la amante del sacerdote Giovanni Spanu. ¿Su plan? Toma todo el dinero que puedas del rico terrateniente y escapa a Estados Unidos. Allí – o al menos eso es lo que ambos piensan – los sacerdotes pueden casarse. A causa de esta idea enfermiza suya, una pequeña pierde la vida de forma terrible. Asesinada por un hacha, mientras gritaba de miedo y probablemente preguntaba por qué le sucedió un destino tan adverso. Existe un libro sobre el cuento: “El amante del cura” de Antonio Delitala.

El amante del cura de Antonio Delitala

«De este macabro crimen cometido en Aidomaggiore en 1925 Los documentos judiciales han desaparecido. Nuestra investigación, realizada en los Archivos Estatales de Cagliari y Oristano y en las respectivas cancillerías de lo Juzgado y de Apelación, no arrojó ningún resultado excepto un juicio de 19 de julio de 1927 del Tribunal de lo Penal de Cagliari, que intervino en la sentencia del Tribunal de Casación de 15 de octubre de 1926 que anuló la sentencia de primer grado pronunciada por Tribunal de lo Penal de Oristano el 19 de marzo de 1926″ leemos en las “Instrucciones de uso” de la novela de Delitala. Luego menciona a dos narradores en los que se inspiró el autor (Costantinu Cadone y Francesco Uselli), y a información obtenida de la población y de la propia administración municipal de Aidomaggiore para que este historia de sangre no se olvida. Con rigor analítico y un talento natural para acercar los acontecimientos lejanos a nuestros corazones, Delitala explora la historia adentrándose en el pasado y profundizando en esas aguas turbias. Interesante es el análisis de la llegada al mundo de Vanda.

Giuanne Serra en 1912 es un hombre tímido, muy rico pero también muy solitario. Todos lo miran con reverencia y miedo. Es casi inaccesible. Nada puede arañar su rígido corazón. Un día, sin embargo, llega al pueblo una bella profesora. Tiene veinte años, curvas y gentil. El rostro de ese ángel toca la fibra sensible del corazón del hombre. Al principio sólo la observa de lejos, luego decide hacer su jugada. Convencido de que el dinero puede salvar la brecha de cuarenta años, quiere casarse con ella. Ella acepta, no por amor -ciertamente no- sino por necesidad: tiene una casa grande, una granja lechera, mucho dinero. Por fin podrá ser feliz. Poco después de la boda nació la pequeña Vanda, alumna de su padre y la única de los tres hijos de la pareja que era hija legítima de Giuanne. La mujer, en realidad, está enamorada de director de la granja lechera de su marido, inicia una relación adúltera que tiene otros dos hijos. Cuando el hombre está seguro de la traición, la caza con sus dos últimos hijos. La pequeña Vanda se queda con él. Su alumno, su amor, su razón de vivir. Y por eso, cuando desaparece, hasta un pedazo del corazón de ese hombrecillo sombrío de Giuanne Serra se va, muere, se pierde. Ha perdido su luz.

Tomado de El amante del sacerdote:

«Los detalles fueron espeluznante. La pequeña comprendió que se trataba de una trampa e intentó escapar. Preide Ispanu la había detenido. Habían decidido matarla: “Estábamos convencidos de que al no ver regresar a su hija, Giuanne Serra habría pagado el precio rescate.”

(Foto Diego Pittalis).

Con lúcida locura la mujer contó la historia. Mientras el cura la sujetaba tapándole la boca con la mano, Peppa Rosa le apretó el cuello. Vanda había perdido el conocimiento. Pensaron que estaba muerta. Pero, de repente, con un profundo suspiro, la niña se levantó con la mirada perdida en el horror y una fuerza de supervivencia desesperada. Lo habían hecho todo de nuevo. Pero no fue suficiente. Vanda volvió a sus sentidos: “En ese momento pensamos en matarla con hermana.” Fue a buscarlo a la leñera y le dio un golpe en la nuca. De la herida salió un chorro sangre. Un chapoteo golpeó a la mujer.”

informa una noticia a la redacción de vistanet.it


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