Cerca de Latina se cultiva un kiwi de corazón rojo – Mundo Agrícola

Cerca de Latina se cultiva un kiwi de corazón rojo – Mundo Agrícola
Cerca de Latina se cultiva un kiwi de corazón rojo – Mundo Agrícola

El artículo aparece en la edición de abril de Mondo Agricolo, la revista Confagricoltura.

Por Paola Castelló

En sus terrenos de Latina, Stefano Boschetto ha decidido invertir en una variedad poco común en Italia, el kiwi rojo. “Una fruta con las propiedades del verde, pero con un sabor parecido al de una fruta tropical”

En la edición de este año de Macfrut en Rimini, entre las empresas asociadas a Confagricoltura estaba también la de Stefano Maria Boschetto, un empresario que decidió invertir en un cultivo poco extendido en Italia. La del kiwi rojo. La empresa Boschetto, ubicada en Pontinia, en la provincia de Latina, además de producir hortalizas y frutas, ha decidido ampliar su oferta cultivando también esta particular variedad.

El vicepresidente de Confagricoltura Latina, Boschetto, nos cuenta cómo la agricultura es una larga tradición para su familia. “Mi abuelo y mi padre comenzaron antes que yo, quienes, originarios del Véneto, se mudaron a Agro Pontino en los años 50. Por eso yo también he estado siempre en este sector, más directamente con mi empresa desde 2010″. La provincia de Latina, zona de referencia en producción hortofrutícola, cuenta con alrededor de 12.000 hectáreas cultivadas de kiwi y factura más de 500 millones de euros.

Estamos hablando de grandes cifras, tanto desde el punto de vista de cantidad como de facturación. En particular, en esta zona se cultivan hortalizas en campo abierto y en invernaderos y kiwis; Tampoco falta la producción de leche en las granjas de búfalos. “La empresa de mi padre se dedicaba a la ganadería – afirma Stefano -. A principios de los años 2000 decidimos diversificarnos dedicándonos a la producción integrada convencional de hortalizas de campo abierto para la industria y el mercado. Nos centramos en particular en el apio, el calabacín, la col, el puerro, la achicoria, los espárragos y la sandía.

Posteriormente sumamos la producción de kiwis y los invernaderos, donde cultivamos recortes de hierba y ensaladas, espinacas y acelgas de cuarta gama”. La sostenibilidad ambiental y económica de los procesos productivos es el rasgo distintivo de esta realidad empresarial, iniciada hace veinte años con dos tractores y poco terreno. “Hoy nuestras actividades – subraya con orgullo – se extienden sobre una superficie de aproximadamente 70 hectáreas”. Las buenas prácticas agrícolas adoptadas, como la rotación sistemática de cultivos cada tres años o el uso de abonos verdes, contribuyen de forma sostenible a la fertilidad del suelo y a la vitalidad del ecosistema. La empresa también está equipada desde hace tiempo con una instalación fotovoltaica. Latina siempre ha sido la zona de referencia para la producción de kiwis en Italia y Europa con una marca IGP consolidada. Y es por eso que la empresa Boschetto ha decidido acompañar la producción del kiwi tradicional con la del kiwi rojo, para variar la oferta y, en particular, la dirigida al exterior.

“Es una fruta – especifica Stefano – que mantiene las propiedades organolépticas del kiwi verde, pero al mismo tiempo es más sabrosa y dulce, con un sabor similar al de una fruta tropical. Sin embargo, la planta tiene características que la hacen generalmente más débil que el kiwi verde, por lo que debe cultivarse en invernaderos y en cultivo protegido y requiere un manejo agronómico aún más cuidadoso y exigente”.

En cuanto a los problemas críticos que se encuentran en el sector hortofrutícola, como señala Stefano, son evidentes los relacionados con el aumento constante de los precios de las materias primas y de los medios técnicos, registrado en los últimos años, debido al Covid, las guerras y la inflación general. A pesar de estos aumentos, no hubo un aumento correspondiente en los precios de venta y esto perjudicó gravemente a las empresas. Boschetto nos cuenta cómo otro tema importante es el de la falta de mano de obra, tanto la de mayor perfil, la más cualificada, como la más genérica.

Los decretos de flujo también fueron insuficientes para el área geográfica en la que opera la empresa. Los propietarios intentan hacer frente a todo esto, mejorando aún más los procesos de producción, gracias también a la innovación tecnológica, utilizando maquinaria de última generación que puede hacer aún más eficiente el trabajo. Si hablamos de temas críticos no podemos dejar de hacer referencia al cambio climático, otro de los problemas fundamentales a los que se ven enfrentadas las empresas agrícolas en la actualidad.

Las temperaturas demasiado altas, las inundaciones, las sequías, las granizadas, los vientos demasiado fuertes y las heladas tardías son hoy fenómenos habituales. Los últimos años han estado fuertemente influenciados por los efectos del clima que ha complicado cada vez más la producción de hortalizas y frutas, en cantidad y calidad, especialmente en campo abierto. Si, por un lado, intentamos proteger los cultivos con cubiertas o cultivando en invernaderos, teniendo en cuenta también que el sistema de seguros es cada vez menos eficaz, por otro lado, la investigación y la ciencia aplicadas a la agricultura pueden aportar una ayuda fundamental.

De hecho, las tecnologías y biotecnologías permiten mejorar el material genético de las diferentes variedades, produciendo otras más resilientes a los agentes atmosféricos, al estrés relacionado con las altas temperaturas o la escasez de agua y las enfermedades de las plantas. En cuanto a las OP, Boschetto, también gracias a su experiencia dentro de una organización como Confagricoltura, reconoce su importante papel. “Las Organizaciones de Productores constituyen un medio importante para aglutinar las peculiaridades de nuestra producción, con el fin de crear una masa crítica que pueda afrontar las demandas y desafíos de los mercados a nivel global y los cambios que se han producido en frutas y hortalizas en los últimos años” .

Precisamente como asociado, además de representante de Confagricoltura Latina, Stefano destaca la necesidad constante por parte de las empresas, no tanto de pequeños subsidios de Europa o del Estado, sino de una verdadera política agrícola que tenga un impacto programático a largo plazo. visión y responde a las dificultades que experimentan los agricultores italianos, para ser competitivos y garantizar una producción de excelente calidad, a precios asequibles para los consumidores.

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