“La zona de Messina no es apta para las personas mayores”, alarman la CGIL y Spi-Cgil

“La zona de Messina no es apta para las personas mayores”, alarman la CGIL y Spi-Cgil
“La zona de Messina no es apta para las personas mayores”, alarman la CGIL y Spi-Cgil

La zona de Messina no es apta para las personas mayores, la CGIL y la SPI-CGIL Messina intervienen sobre las estadísticas oficiales que indican que, ante un aumento de la población de edad avanzada, existen servicios inadecuados para satisfacer las necesidades y exigencias.

“En la provincia de Messina – señala el sindicato – hay 208 personas mayores de 65 años por cada 100 menores de 15 años, ciudadanos que expresan una necesidad de asistencia social, sanitaria y económica.

La calidad de vida de las personas mayores – observa el sindicato – no parece estar garantizada ni digna. La CGIL y la SPI CGIL de Messina han llamado la atención varias veces sobre esta cuestión. Una serie de problemas afligen a la zona: servicios sanitarios insuficientes, ya que las estructuras existentes a menudo no pueden satisfacer la creciente demanda de servicios especializados; escaso apoyo social, las personas mayores a menudo sufren aislamiento social debido a la falta de actividades comunitarias y servicios sociales como atención domiciliaria y centros de día; condiciones habitacionales y ambientales con infraestructura deficiente y entornos urbanos degradados; limitadas oportunidades de movilidad y presencia de numerosas barreras arquitectónicas que limitan su independencia; condiciones de penuria económica que no permiten mantener un nivel de vida digno, los subsidios y las pensiones a menudo no son suficientes para cubrir los costos de vida y los cuidados necesarios”.

“La combinación de deficiencias en los servicios de salud, apoyo social, infraestructura urbana, movilidad y apoyo económico contribuye a una calidad de vida insatisfactoria para las personas mayores”, declaran el secretario general de la CGIL Messina Pietro Patti y el secretario general del SPI territorial Pina Teresa Lontri.

Abordar estos problemas – subrayan CGIL y SPI – requiere intervenciones coordinadas e inversiones significativas para mejorar las condiciones de vida de la población mayor, ya que la calidad de vida no debe ser un privilegio sino un derecho garantizado a todos. Regenerar el tejido urbano y crear entornos habitables y seguros son pasos fundamentales para garantizar la dignidad y el bienestar de todos los ciudadanos, con especial atención a nuestras personas mayores, que representan la memoria histórica y cultural de nuestra comunidad, además de suplir las carencias. de bienestar para las familias.

Nadie puede negar – señalan CGIL y SPI – que los recursos no están disponibles: el PNRR, los Fondos Estructurales, los fondos ordinarios de los planes territoriales del distrito sociosanitario proporcionan enormes recursos para mejorar las condiciones de vida de las personas mayores.

“Dados los enormes recursos destinados a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, no se han registrado mejoras significativas – añade la secretaria de la CGIL Messina responsable de Bienestar, Stefania Radici –, esto requiere un cambio de dirección en la planificación de las intervenciones. La ciudad metropolitana y el municipio de Messina, líder del distrito sociosanitario, deberían promover una coplanificación participativa que incluya a las personas mayores y a las organizaciones sindicales, que son partes interesadas, para construir un sistema de bienestar atento a las necesidades, que tenga como objetivo Bienestar físico y mental y una vida independiente y activa. a través de intervenciones de diversa índole: técnicas de participación que llegan a las personas mayores sin esperar a que soliciten un servicio, y que permiten emerger necesidades que muchas veces permanecen silenciosas; servicios de medicina comunitaria que prevengan la hospitalización, la hospitalización permanente en centros asistenciales y la mortalidad evitable; transporte público local que permita una movilidad accesible e inclusiva; el diseño de zonas verdes y senderos peatonales que tengan en cuenta las necesidades de las personas mayores y fomenten su vida activa; la organización de iniciativas culturales y sociales, aprovechables también en términos de accesibilidad física y económica, que promuevan la sociabilidad; políticas de vivienda que permitan a las personas mayores permanecer en sus hogares mientras reciben servicios domiciliarios y apoyo para los gastos necesarios. Todas estas intervenciones no suponen costes sino que generan valor añadido para toda la comunidad y el sistema social, sanitario y también económico y de empleo.”.

“El objetivo debe ser crear las condiciones para que la fragilidad no conduzca al aislamiento y a la exclusión social – concluyen los exponentes de CGIL y SPI – los territorios deben ser sujetos proactivos, capaces de promover, sugerir y permitir estilos de vida y hábitos virtuosos para el envejecimiento activo. . Es con este enfoque y con estos propósitos que se deben utilizar los recursos y planificar, implementar, monitorear y evaluar las intervenciones. Por ello, instamos a promover procesos de participación y coplanificación de intervenciones. Los recursos disponibles deben planificarse con vistas a la complementariedad y la adicionalidad, para lo que creemos útil y urgente establecer una mesa que incluya entidades institucionales, sindicales, asociativas y del tercer sector, con el objetivo de diseñar un sistema de bienestar amigable con las personas mayores. , dirigiendo todos los recursos ordinarios y extraordinarios, que no deben desperdiciarse ni dispersarse ni devolverse, hacia un proyecto multidimensional compartido y participativo”.

PREV “Todos reman por el mismo lado, las ideas bastante claras en la plantilla”
NEXT Massa Marittima es “municipio ciclista” por quinta vez consecutiva