Recibimos y publicamos esta carta del Sr. Alberto Delucis, propietario del establecimiento balneario Bagni Umberto en Savona.
“El alcalde Russo ha nominado a Savona Capital de la Cultura 2027, pero ¿con qué valentía lleva adelante esta iniciativa?
Savona es una ciudad en desorden y plagada de decadencia. La administración municipal se centra en proyectos fallidos o incluso contraproducentes como la pasarela de madera en la playa, destinada a ser arrasada por la primera tormenta; la peatonalización de las calles del centro de la ciudad, que imposibilitaba a los ciudadanos circular por la ciudad, convirtiéndose las calles principales en cámaras de gas durante las horas punta.
El número de personas sin hogar que viven en bancos o en las puertas ha aumentado exponencialmente, al igual que la sensación de inseguridad entre los residentes. Pronto se sumarán los habituales campamentos nocturnos en las playas libres, otra fuente de miseria y delincuencia que la administración municipal no frena lo suficiente y sobre la que la policía local muchas veces no da seguimiento a nuestras denuncias por falta de personal.
Por último, está el problema de los jabalíes que, ante el total descuido del cauce del río Letimbro, han encontrado un hábitat perfecto para asentarse y multiplicarse. Desde hace unos días campan a sus anchas por las playas. Ayer llegaron hasta mi establecimiento balneario, Bagni Umberto, situado al menos a 1 km de la desembocadura del arroyo. Deambulaban libremente entre las sombrillas, ensuciando la playa y adentrándose en los macizos de flores, donde crecen los nenúfares, una especie rara y protegida. ¿Ante quién somos responsables de este último inconveniente?
A partir del 1 de mayo está prohibido traer perros a la playa por motivos de higiene, pero los jabalíes son una excepción. Si llamáramos a la policía, ¿tendrían que multar al alcalde por pasear por la playa sin correa, botella y bolsas para recoger heces?
En esta ciudad se está produciendo desde hace algún tiempo una trágica farsa. Alcalde Russo, deje de pensar en ciclovías y paseos inverosímiles junto al mar: empiece a dar respuestas a quienes viven en la ciudad y a quienes allí trabajan, ofrecen servicios y contribuyen al PIB“.
