Turín, centro de estadios: el alquiler vence en 2025, la compra no es conveniente

Turín, centro de estadios: el alquiler vence en 2025, la compra no es conveniente
Turín, centro de estadios: el alquiler vence en 2025, la compra no es conveniente

El municipio presiona para la compra, pero la planta tiene más de 30 millones de hipotecas

Entre los expedientes abiertos en Toro se encuentra también el relativo al estadio Olímpico-Grande Torino. De hecho, el acuerdo firmado entre Toro y el Ayuntamiento de Turín para el alquiler del Olimpico Grande Torino expirará el 30 de junio de 2025. El contrato actual prevé que la granata pague una tarifa de 500 mil euros, pero la cifra está destinada a aumentar en el futuro. “Aún no sabemos el alcance, pero sin duda habrá que revisarlo a la luz de la situación actual”explicó el concejal de deportes Domenico Carretta en las últimas semanas en una entrevista en las columnas de La impresión.

¿Hipótesis de compra? Más de 30 millones de hipotecas

Toro tendrá, por tanto, que llegar a un nuevo acuerdo con el ayuntamiento para el alquiler del estadio y habrá un año para encontrar la solución. Por el momento, sin embargo, una compra por parte de la empresa parece impracticable, una solución que el alcalde Stefano Lo Russo había esperado en varias ocasiones en el pasado. Las discusiones entre las partes están en curso, pero hasta la fecha los obstáculos a superar son diferentes e importantes. Cabe destacar los más de 30 millones de hipotecas que pesan sobre el estadio, una situación que inevitablemente aleja a cualquier posible comprador.

Estadio sujeto a restricciones arquitectónicas

Las hipotecas son el primer y muy importante obstáculo a superar, pero ciertamente no el único. Hoy es difícil imaginar qué ventajas puede obtener la empresa con la compra del estadio, una instalación funcional pero lejos de ser moderna y con muchos defectos. El Grande Torino requeriría diversas intervenciones para convertirlo en una instalación comparable a las que se diseñan hoy en el resto de Europa, pero harían falta inversiones y habría que tener en cuenta la imposibilidad de tocar la estructura. Desde 2013, el estadio está sujeto a restricciones arquitectónicas por parte del Ministerio de Cultura. Otro motivo más para disuadir a la empresa de comprar. Por lo tanto, continuarán las discusiones sobre el futuro de la planta, pero hasta la fecha no existen condiciones para ir más allá de un nuevo contrato de arrendamiento.

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