Blackboard: conocemos a Hido y su arte para el hombre

“Hido” es el nombre artístico de Samuele Di Felice, un pintor nacido en Chiavari en 1981 que hace de la antigua mitología griega y romana su firma artística. Los temas clásicos son para él estructuras simbólicas a través de las cuales reflexionar sobre temas contemporáneos, contenedores que el propio artista modifica mediante diversas técnicas. Las obras de Hido reflejan ese elemento místico, espiritual y en algunos casos esotérico que la sociedad contemporánea ignora. Cada obra nace con un mensaje preciso, que sin embargo encuentra su cumplimiento en la libre interpretación del observador. Entre 2017 y 2022 Hido expuso tanto en Tigullio como fuera de Liguria (Roma, Milán, Padua, Pavía) y en el extranjero (Zagreb, Amsterdam, Copenhague, París, Dubai). Lo conocimos en su estudio-laboratorio en Corso Buenos Aires en Lavagna, rodeado de algunas de sus obras más significativas.

¿Cuándo empezaste a pintar? “Como todo el mundo, comencé a pintar desde niño. Durante un largo período, desde el final del bachillerato hasta los treinta años, cultivé otros tipos de arte -canto de ópera, teatro, espectáculos en general- y luego retomé “mi primer amor”, es decir, la pintura y el arte gráfico de cuyo enfoque que he explorado en profundidad, lo defino, y con este término me refiero a una serie de técnicas diferentes que he cultivado a lo largo de los años y que aseguran que las obras individuales difieran entre sí, porque se han utilizado diferentes técnicas dependiendo de la emoción expresada en el cuadro”.

¿Asististe a escuelas o cursos específicos? “Nunca he asistido a escuelas de arte ni a cursos de pintura. Soy autodidacta pero hija del arte: mi tía enseña en la Academia de Bellas Artes de Bérgamo, mi madre ha sido pintora toda su vida, mi tío diseña para varias marcas italianas. Nunca nadie me ha enseñado a pintar, no me eligieron una escuela de arte pero siempre he respirado arte, forma, color, lo que me permitió familiarizarme con el gesto y la pasión por el arte”.

¿Por qué elegiste “Hido” como tu nombre artístico? “Es un nombre antiguo, data de la época en la que yo hacía teatro de improvisación y mi personaje se llamaba así. Se convirtió en una especie de superyó o “yo artístico”, porque eras tú mismo quien se encontraba con los demás sujetos en esta especie de burbuja teatral. Desde entonces ‘Hido’ sigue siendo mi nombre en el arte, es un segundo nombre que me puse”.

¿Cuál es el significado de la referencia a figuras del arte clásico? “Desde niño siempre me ha gustado mucho la épica, siempre me han fascinado los conceptos de amor, pasión, emoción, divinidad, lo sagrado, lo religioso, lo sobrenatural. Conceptos muy sabios expresados ​​de forma simbólica para que permanezcan en el tiempo. Siempre me han encantado las figuras divinas por lo que representan y cómo pueden usarse para comunicar algo. Por poner un ejemplo, durante la pandemia creé una obra muy grande que representa al dios de la medicina, Asclepio, con el juramento hipocrático dentro de su figura. Doné esta obra al hospital Lavagna, con la intención de donarla a toda la salud para dar honor y crédito a los médicos que en ese momento estaban honrando ese juramento y esa misión que habían elegido, haciendo todo lo posible para resolver un complicado situación, sino también para recordar como advertencia a los médicos que no estaban haciendo lo que habían jurado. Es decir cómo la figura clásica funciona muy bien en la comunicación moderna de la reflexión, manteniéndose delicada pero profundamente inserta en la cultura, porque son divinidades que todos conocemos. Son símbolos sencillos de entender como un significado, sobre los que se puede acudir y trabajar muy bien todos esos conceptos grecorromanos que el mundo de la mitología nos ha transmitido”

¿Qué mensajes quieres transmitir con tus obras? “El tema profundo de mi arte es humanista, soy un artista del hombre, para el hombre, hecho que me lleva a tener placer en compartir mis experiencias, mis emociones. El tema general es siempre una reflexión sobre algo que me pasó a mí o en la sociedad, poniendo un acento, un signo de interrogación. Paralelamente hay mucha investigación técnica, es decir, el enfoque concreto y material del trabajo como base para la comunicación. Utilizo un enfoque correcto de la química que llevo al tema artístico; Este es un aspecto que me encanta. Por poner otro ejemplo, en el caso del cuadro de las Tres Gracias este planteamiento cobra particular importancia: el fondo material (cemento, arena y cristales de cuarzo) fue caramelizado con fuego químico y pintado con ácido sulfúrico en solución con acrílico. Los dos puntos fundacionales de mi producción son el aspecto humanístico y el técnico”.

Explicar las técnicas utilizadas. “Utilizo colores acrílicos, incluido el esmalte, por lo tanto sintético, combinados con arena, lapislázuli, cuarzo, cemento, aleaciones plásticas, poliuretano”

¿Cómo los aprendiste? “Las distintas combinaciones son el resultado de experimentos diarios. Untar ácido sulfúrico sobre el acrílico para quitar la base de agua, con el efecto de corrosión, esto nadie te enseña, se aprende haciendo, empezando por identificar mentalmente la emoción que siento y quiero expresar. Por eso, antes de trabajar en el cuadro, más que dar borradores, escribo el sentimiento o sensación que quiero crear. Por ejemplo, ahora estoy estudiando cómo hacer una medusa y para el aspecto de medusa pedí escapolita, un mineral luminiscente básico. Se me ocurrió la idea de una mirada petrificante, puedo representarla con rayos de luz que la inciden. Pero es demasiado complejo, siempre debes mantener la energía conectada, no es lo suficientemente simple. Entonces investigué cuál elemento químico, el cristal que mejor funciona; Identifiqué cuatro/cinco y luego elegí en función de la mejor relación calidad/precio”.

Una obra u obras que mejor representen tu arte. “Para mí todas mis obras son, ‘son todas mis hijos’, es difícil elegir. Entre las pinturas que me apasionaron experimentar, hacer y ver creadas, está ciertamente la “Divinificación de Hércules”, que es el resultado de un largo proceso. Bajo el azul del rostro de Hércules había una pintura con colores rojo, marrón, negro, dorado que representaba a un hombre de rodillas con un ángel esquelético que lo besaba como un ángel de la muerte. Ese fue un momento de la pandemia en el que sentí una sensación de aplastamiento, de asfixia. En aquella época mi padre no podía trabajar y vino a mi estudio y, como teníamos tiempo, dábamos largos paseos por la Entella, durante los cuales hablábamos. Entonces viví estos hermosos momentos con mi padre que no hubieran sucedido si no hubiera habido el encierro. Fueron momentos que me hicieron sentir sanada, como si hubiera una luz divina en mi interior. De ahí procede la cara azul que sobrescribí sobre el cuadro anterior y que atribuí a Hércules, el héroe de los Doce Trabajos. Fue dando forma a un esfuerzo que luego encontró su propia dimensión de renacimiento, como una estrella en el cielo.”

¿Dónde tendrás tu próxima exposición? “Tuve mi última exposición en Dubai hace aproximadamente un mes. La idea es volver a Dubai, donde, coincidiendo con una feria de arte contemporáneo, una galería de arte organizó una exposición colectiva de una decena de artistas italianos, entre los que me encontraba.”

¿Cuando empezaste pensaste que expondrías en el extranjero? “Hace unos años, cuando comencé con pequeñas exposiciones, tenía el deseo de exponer en el Moma de Nueva York. Entonces realmente comencé con esta idea. ¡Ya estaba viendo cosas en grande!”.

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