Publicado: 15 de junio de 2024
Se llamaba Aurora y tenía sólo 9 años, la niña que murió en Montesilvano, asesinada por el Frecciarossa que iba de Pescara a Milán. Aurora tenía sólo nueve años y cuando llegó a la estación, acompañada de su madre Jeidi, tal vez imaginó que tenía que irse. Estrechó con fuerza la mano de su madre, cuando ella, la mujer en la que más confiaba en el mundo, decidió apagar para siempre esa angustia infinita contra la que llevaba tiempo luchando. Las imágenes de las cámaras no dejan lugar a dudas: la cuarentona decidió suicidarse arrastrando a su hija. Murieron en un instante, destrozados por el tren. Una muerte horrible, que deja toda una serie de interrogantes, que las investigaciones de la fiscalía intentarán responder. Se sabe que Jeidi, cubana pero radicada en Italia desde hace años, seguía un camino de ayuda psicológica para combatir su depresión. Tenía un marido, un italiano, y esa dulce hija, a la que dedicaba atención y amor. Se desconoce qué sucedió, por qué de repente decidió poner fin a todo, suicidándose a sí mismo y a Aurora. No dejó notas ni explicaciones. Sólo un enorme vacío. El alcalde de Montesilvano proclamó luto en la ciudad y canceló todas las celebraciones por su reelección. En el andén dos de la estación de Montesilvano hay un ramo de flores con el cartel “Vuela libre pequeña Aurora”.