“Me preocupa el estado de salud de Maysoon Majidi, tiene dificultades para comer, basta pensar que ahora sólo pesa 39 kilos”: así lo anunció el consejero regional Ferdinando Laghi (lista De Magistris), que visitó a la activista kurdo-iraní, detenida en la prisión de Castrovillari desde hace más de cinco meses acusado de contrabandista. El juez de instrucción del Tribunal de Crotone ha ordenado el juicio inmediato contra la mujer para el 24 de julio, aceptando la solicitud de la fiscal adjunta de Crotone Rosaria Multari.
La activista siempre ha afirmado su inocencia también porque, según los testimonios recogidos inmediatamente después del desembarco en la costa de Crotone en diciembre del año pasado, sólo dos inmigrantes entre 77 la acusaron, testigos que no pudieron ser escuchados en el incidente probatorio. “Fui a verla – explica Laghi, médico – tanto para evaluar su estado de salud, después de encontrarla muy cansada la última vez, con motivo de la huelga de hambre y a pesar del excelente trato que le dieron en prisión, como para un representante de las instituciones ante la próxima audiencia con sentencia inmediata que se celebrará el 24 de julio y que marcará el inicio del proceso propiamente dicho contra Majidi”.
Lo que preocupa sobre todo al consejero regional es “el estado de ansiedad y depresión en el que se encuentra. La joven, de hecho, no se da cuenta de por qué está sometida al régimen penitenciario, considerando que huía de un régimen represivo que amenazaba su libertad y su propia vida.
Esta chica, de etnia kurda – concluye Laghi – activista de derechos humanos en Irán, periodista y directora, sigue preguntándose por qué ahora se encuentra acusada de un crimen terrible e infame, una acusación, la de “contrabandista”, que no no encaja bien con los principios que siempre han inspirado su vida y que la obligaron a huir”.
