Donnarumma y Brignola, miradas y hazañas de “Noches Mágicas” [VIDEO]

Los dos atacantes hablaron en sala de prensa de las emociones de una velada finalmente como protagonistas

En las notas finales de “Noches mágicas”, ¿quién no ha pensado ni un momento en los ojos angustiados de Totò Schillaci al ver el rostro y las expresiones de Alfredo Donnarumma y Enrico Brignola, los héroes giallorossi de la loca (y maravillosa) noche de Ceravolo? como el capitán Iemmello. Los dioses del fútbol pueden ser extraños. Evidentemente (en aras de la justicia), habían decidido que el equipo de Vivarini no debía salir (inmerecidamente) de la carrera del play-off y al mismo tiempo querían cambiar el destino de las Águilas con los dos más discutidos y (seamos realistas) eso) jugadores tan esperados, demasiado tiempo. Y justo cuando el tiempo de espera había terminado para los dos, y también para las esperanzas de los Giallorossi, llegó el golpe de teatro, para una trama que ni siquiera el más intrépido de los guionistas podría haber imaginado. Sus miradas en la rueda de prensa son las de quienes se han hecho un lugar en la historia de Catanzaro, dándose nueva e inesperada savia (de amarillo y rojo) para una venganza personal. Alfredo Donnarumma habla sin medios de “una alegría inmensa por muchos aspectos y por cómo ha ido el año.” “Quería dar mucho más – explica el ex bresciano – y por muchas razones este no fue el caso. Hay partidos que valen una temporada y, con todas mis fuerzas, intenté ayudar y por suerte lo logré. Estoy orgulloso de mí, porque nunca me di por vencido, y luego de los chicos porque hicieron un campeonato increíble y no merecían salir.”. Comentario final para su ex afición antes de pensar en la semifinal: “Pido disculpas a los aficionados del Brescia, que están en mi corazón, pero para mí fue una liberación. Tenemos que dar mucho a Cremona e intentar merecer la final”.

Enrico Brignola se derrite al contar con gran sinceridad: “Soñé con una velada como ésta. Estoy pasando por un momento difícil, mi objetivo era ayudar a los niños como ellos me están ayudando a mí y lo logré”. “¿Qué pensé en el momento de ¿objetivos? Cuando hice la jugada, sabía que la pelota iba a entrar en la red porque la golpeé muy bien. Cuando entró en internet me dije ¡por fin!”. Pensamiento final sobre Vivarini: “Le agradezco al entrenador porque me quería aquí y estoy contento aunque haya tenido poco espacio. Soy consciente de que puse mi mejor esfuerzo en ello y sé que podría haber dado más. Pero estoy feliz de haber contribuido a una velada fantástica”.


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