La primera representación moderna del “Polana para fagot y orquesta” del compositor de Finale Simplicio Gualco forma parte del programa que, esta noche a las teatro piccinni de Bari, será interpretada por la Orquesta Sinfónica Metropolitana dirigida por Ola Rudner y el solista Paolo Carlini.
La “Polana para fagot y orquesta” fue publicada recientemente por la editorial Ut Orpheus en la revisión de Italo Vescovo, con una introducción de Flavio Menardi Noguera y forma parte de un proyecto de reevaluación de la música del autor.
«La composición atrajo inmediatamente el interés del maestro Paolo Carlini quien, apreciando su elegante escritura y su bella invención melódica, decidió darle su primera interpretación moderna» comentan Vesco y Menardi.
Gualco, nacido en Finalmarina en 1861, con apenas 12 años ya tocaba como violinista en la Sociedad Filarmónica y en la pequeña orquesta del Teatro Sívori de Finale. La polonesa se conserva en el Conservatorio de Milán donde Gualco, que fue de la misma promoción que Puccini y Mascagni, estudió con los maestros Saladino, Bazzini y Dominiceti, distinguiéndose como uno de los mejores alumnos y ganándose el aprecio de músicos como Amilcare Ponchielli. y Carlo Pedrotti.
Graduado en 1885, dirigió la Sociedad Filarmónica Finalmarina desde 1887, llevándola a la victoria en el concurso celebrado en Génova en 1888. Posteriormente se trasladó a Génova, convirtiéndose en un destacado exponente del movimiento que se ocupaba de la reforma de la música eclesiástica. También escribió algunas obras líricas, instrumentales y sacras, muchas de las cuales fueron publicadas por Leandro Chenna de Turín. Murió en Génova en 1943.
Ahora su redescubrimiento vuelve a centrar la atención en un gran compositor al que Finale dio a luz.