Primera parte como siempre Bari, la reacción no es suficiente. El camino a la salvación es cuesta arriba.

Primera parte como siempre Bari, la reacción no es suficiente. El camino a la salvación es cuesta arriba.
Primera parte como siempre Bari, la reacción no es suficiente. El camino a la salvación es cuesta arriba.

Un empate que parece más una derrota que una victoria. Si el objetivo del Bari era jugar un papel importante en la salvación dentro del amistoso recinto de San Nicola, ante un público que una vez más respondió de manera unida a las llamar a las armas, entonces al menos se puede decir que esto ha fracasado. Los rojiblancos empataron 1-1 ternana y ven que el camino para mantener la categoría se complica considerablemente. Además, no se puede decir que el resultado no haya sido justo.

Durante la primera parte no fue fácil quitarse de encima la sensación de déja vu: Durante cuarenta y cinco minutos, lo que el Bari ofreció sobre el terreno de juego fue una triste fotocopia de muchos otros partidos vistos durante la temporada. No puede engañar al poste golpeado por Sibilas Al inicio: el equipo se mostró casi completamente a merced de las incursiones ofensivas de Ternana, que en varias ocasiones estuvo cerca de marcar la ventaja, llegando incluso a estrellarse dos veces en el poste.

Los rojiblancos se lo perdieron casi todo. No hubo amenaza ofensiva, con Nasti aislado en ataque y uno tres cuartos atípico (Sibilli, Bellomo y Acampora a menudo permanecían cerca uno del otro) que no supieron dar apoyo, como tampoco hubo empuje de los laterales. Al mismo tiempo, en la fase sin posesión, el centro del campo tuvo dificultades para actuar como filtro, dejando demasiado espacio y muchos metros de campo a la imaginación y la exuberancia de los umbros. Si el Bari se mantiene a flote, se lo agradecerá sobre todo a su portero Pissardoque tuvo el mérito de detener un penalti concedido por una falta de Nasti sobre Carboni.

Quizás por la habilidad de Giampaolo para adivinar las soluciones adecuadas, quizás por un espíritu de equipo renovado en el vestuario, pero lo cierto es que tras el descanso el Bari salió al campo con una actitud diferente. la entrada de Maita, con la transición al 4-3-2-1 (Bellomo y Sibilli detrás de Nasti) dio vivacidad a la maniobra, permitiendo elevar el centro de gravedad. Y fue precisamente en ese escenario que llegó el gol inicial, con Nasti que aprovechó un balón servido por Ricci (alegre en el segundo tiempo) y depositó el balón detrás de Iannarilli.

Sin embargo, la alegría de la ventaja duró poco. Puscas acabó en el banquillo de los acusados ​​un partido más, primero devorando el doblete y luego perdiendo ingenuamente el balón que propició el empate. Feré. A partir de entonces, el partido perdió intensidad: el espíritu positivo mostrado al inicio de la segunda parte, lamentablemente, no fue suficiente para que el Bari se llevara a casa una victoria que hubiera sido esencial. El camino hacia la salvación es ahora mucho más cuesta arriba: dentro de una semana, Liberati necesitará ganar para evitar la derrota del descenso a la Serie C.

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