el año negro y en verano sale al mercado

Si incluso aquellos que le querían fuertemente en Turín pidiéndole un sacrificio visible al club económico le vencen, instándole a ajustar su actitud so pena de no poder expresar todo su potencial, deberían surgir algunas preguntas. El llamado a reflexionar es Ivan Ilic, ex jugador del Verona que también decepcionó ante su ex equipo, como ya había sucedido demasiadas veces en partidos anteriores. El sábado el rival será el Milan: mirando el partido de ida, ese cambio al final de la primera parte decidido por Juric por exasperación – terrible, el primer tiempo del serbio en San Siro (fue el segundo del campeonato) – y comparando aquellos tiempos con los actuales, queda claro que la parábola de Ilic era todo menos ascendente.

Ilic, ¿qué está pasando?

La temporada del centrocampista empezó mal, y siguió por el mismo camino: raras fueron las ocasiones en las que vimos al centrocampista realmente ilusionado, en sus jugadas y más aún en su intensidad.. Y el problema parecía ser más mental que físico, es decir, falta de capacidad de sacrificio, de correr para pedir el pase: tiene el pie para hacer correr el balón, pero esta habilidad no le permite tener suficiente dinamismo. Límites reiterados en el Bentegodi, en un partido poco brillante disputado por los Granata, pero concluyó con tres puntos que aún mantienen al Toro enganchado a las esperanzas europeas. Una actuación insípida, que para el partido de vuelta contra el Milán, el penúltimo partido de un año que terminará en Bérgamo, coloca a Ilic en la segunda vuelta con Linetty. Las habilidades de armador del serbio son preciosas, pero si no se ponen al servicio de sus compañeros, ¿por qué no confiar en un valioso interdictor como el polaco? (además contra un equipo que tiene cualidades técnicas a raudales, en el medio campo)? Ésta es la pregunta que se hace Juric. El técnico busca ante el Milán un éxito que, en la Serie A, Ilic nunca ha logrado. En cinco partidos anteriores (cuatro con el Verona y uno con el Toro), el centrocampista ha empatado un encuentro, el primero con la camiseta amarilla y azul (2-2), y ha perdido cuatro.

Dieciséis millones de dudas: la decepción serbia en el centro del campo

La parábola, o más bien la línea plana que refleja el progreso de Ilic, tiene consecuencias amargas. Y lo hizo aún más volviendo al punto de partida, a esos 16 millones destinados e invertidos por El Cairo para comprar su contrato al Verona. Bien gastado juzgando la primera granata de Ilic, la que junto a Ricci debería haber propiciado el salto de calidad, y en cambio completamente excesivo mirando al jugador que luego se metió en el Toro. Una empresa que estará dispuesta a negociar su salida en verano, siempre que las ofertas no supongan una pérdida de capital excesiva: es difícil venderlo a un competidor de la Serie A, a determinadas cifras, pero quién sabe si de Inglaterra o De los países árabes no se puede obtener la propuesta adecuada..
Mientras tanto, quedan dos partidos y desde el inicio o durante el partido Ilic tendrá su tiempo de juego en San Siro. De hecho, Tameze debería ser confirmado en el centro del campo, con Vojvoda como mano derecha, mientras que junto al francés desde el minuto 1 será el turno de Linetty o Ilic. Gineitis está lesionado, mientras que Ricci tiene que elevar su centro de gravedad para ocupar el lugar de Vlasic, que finalizó anticipadamente la temporada debido a la lesión en el tendón del aductor largo del muslo derecho. El gol de Pellegri contra el Verona demostró que incluso con un solo destello se puede contribuir al destino del equipo: Ilic tiene tiros, y contra el Milán uno bastaría, siempre que fuera decisivo, para alimentar las posibilidades de ir a la Conferencia.

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