Ocho meses de prisión para el periodista de “Giornale”

Hay esposas y esposas. Así, a quienes, con razón, se rasgan las vestiduras en nombre de la libertad de información ante las modificaciones del decreto legislativo sobre ciberseguridad firmado por Enrico Costa y Tommaso Calderone, se les debe recordar que a algunas personas ya no les importa la idea de ​Envío de periodistas a prisión. Aunque no publican información “conociendo su origen ilícito”, como sugiere el texto de una de las enmiendas mencionadas, se limitan a informar de hechos bastante indiscutibles.

Para obtener información y detalles, pregunte a Pasquale Napolitano (en el círculo), reportero de Nola de 42 años que escribe para Il Giornale desde 2016 y que ya colabora con Roma y Panorama, así como con numerosos periódicos en línea. Precisamente para uno de ellos, Anteprima24, Pasquale escribió en abril de 2020 un artículo sobre una curiosa noticia relativa al Consejo del Colegio de Abogados de Nola, cuyo presidente, a pesar de haber sido abandonado por su mayoría y a pesar de una sentencia del TAR que confirmaba la posibilidad de subrogandole los concejales, se mantuvo tercamente en el cargo, evitando convocar el mismo consejo para no acabar desanimado y sustituido.

No es exactamente una noticia de última hora, y de hecho el reportero dedica una docena de líneas en total a la noticia, dando cuenta de las dudas de los demás abogados de Nolan, escribiendo en un estilo seco y nada difamatorio. No es suficiente. Al día siguiente, Napolitano también publica una carta de los pocos asesores que quedaron al lado del presidente, y cuando éste dimite, 48 horas después, junto con la noticia del “paso atrás”, publica también la carta en la que el El presidente ilustra sus razones. En definitiva, ¿derecho de réplica garantizado para todos y, en consecuencia, una historia que terminó felizmente en el espacio de un par de días? Lejos de ahi.

Porque la consecuencia de esos artículos es que el presidente del Colegio de Abogados del municipio de Campania y tres de sus cinco concejales deciden emprender acciones legales, sintiéndose difamados por los artículos escritos por el periodista. Parece la habitual denuncia imprudente contra un representante de la prensa, y en realidad Napolitano no se preocupa demasiado. Acostumbrado a escribir sobre actualidad judicial y, en consecuencia, a sopesar sus palabras en situaciones verdaderamente delicadas, el desgraciado reportero no puede creer que esa denuncia por una mínima cuestión de política forense local, que también se cuenta siendo fiel a los hechos, podría tener algunas consecuencias para él. Pero lo envían a juicio. Y, el pasado 7 de mayo, también sentenciado. Según el juez (que no es profesional sino juez honorario, por lo tanto abogado como todos los demandantes, aunque suspendido mientras ejerza las funciones de Got) los artículos son difamatorios, por lo que Napolitano debe cumplir 8 meses de prisión. prisión e indemnizar con mil euros a cada uno de los cuatro que lo denunciaron, además de pagar 2.500 euros en costas judiciales. Y por suerte Pasquale tiene antecedentes penales limpios, por lo que el juez, en su bondad, le concede atenuantes generales y suspensión de la pena, salvando al reportero de tener que mudarse de la casa donde vive -con su pareja Alessandra y su 16-. Diana, hija de un mes, a la prisión.

Para presentar la motivación será necesario esperar el plazo habitual de 90 días, pero según afirma el abogado del periodista, en las audiencias la fiscalía habría compartido una objeción verdaderamente extraña planteada por los abogados de los demandantes: es decir, que Napolitano habría ido más allá del derecho a la noticia al compartir los artículos “imputados” en sus redes sociales. Aunque, para un periódico en línea (y no sólo), compartir contenido socialmente es obviamente vital para ganar algunas vistas, y parece realmente extraño que tal circunstancia pueda convertirse en una circunstancia agravante. Pero, volviendo al principio, la cuestión es otra.

Napolitano contó los hechos tal como eran y garantizó a todos el derecho a responder. Si prisión para un periodista que publica noticias a pesar de conocer su origen ilícito está mal, ¿qué tan desproporcionado puede ser sentenciar a un reportero que simplemente escribe la verdad?

PREV Economía – Career Day – Confindustria Benevento e ITIS ”Lucarelli”: más de 180 estudiantes entrevistados en 30 empresas
NEXT En Sassari la lectio magistralis del presidente de la Lega B, Mauro Balata La Nuova Sardegna