Catania, parejas de novios atacadas en via Gisira

Catania, parejas de novios atacadas en via Gisira
Catania, parejas de novios atacadas en via Gisira

El estallido social de Graziano Zappalà un día después del desagradable suceso. Una queja que no puede quedar sin ser escuchada. Un grito de auxilio que describe una Catania con calles cada vez más “inseguras”, llenas de delincuencia.

Contamos la historia de Graziano completa:

“Lo que voy a contar es uno de los episodios más desagradables que me han pasado jamás. Catania, 12 de mayo. Es un domingo cálido y primaveral, es el “Día de la Madre”. Después de pasar un día entero estudiando libros, para prepararnos para nuestros desafíos profesionales, mi novia y yo decidimos caminar por las calles del centro histórico de Catania. Un ritual que nos gusta repetir periódicamente para respirar un aire de Sicilia inmerso en el barroco de la ciudad. Una mirada atenta a las nuevas actividades que animan el centro, por un lado, y a la degradación física y moral que azota las calles y a sus ciudadanos, por el otro. Tenemos el tiempo justo para escuchar una banda en vivo frente a la Gammazita cuando decidimos regresar. Estamos en via Gisira cuando de lejos oigo llegar unas scooters “desmontadas”. Siento algo extraño.”

La pareja de novios fue atacada

“Tengo tiempo de atrapar a mi novia entre dos coches estacionados allí cuando el pasajero del primer scooter nos tiende la mano, en un fallido intento de robo o asalto que, sin embargo, se produce una fracción de segundo después, a costa del pasajero de un segundo scooter. Me golpean en la cara, con una fuerte bofetada en la mejilla derecha. Los scooters frenan un poco más adelante, los pasajeros giran, se ríen y salen corriendo”.

En shock por lo sucedido, después de un momento de miedo y consternación, los dos regresan a casa. Graziano denuncia posteriormente la falta de presencia de patrullas en el centro de Catania:

“Son alrededor de las 21:40, pasamos por la recién peatonalizada Piazza Mazzini, pasando por Garibaldi, Piazza Duomo y Piazza Università. Ni siquiera la sombra de una patrulla. Veo uno a lo lejos, estamos en las “cuatro esquinas”, paro a la policía, le explico lo sucedido, lo denuncio.

Graziano Zappalá

Estoy muy triste. Siento vergüenza, rabia, desprecio hacia una ciudad que creo, definitivamente, no me merece a mí y a personas de mi calibre. Personas respetables, profesionales, jóvenes socialmente activos, culturalmente elevados y solidarios. Personas que luchan cada día para cambiar la reputación de atraso e incivilidad que tiene este lugar.”

La redacción de Freepressonline se solidariza con la pareja y lo hace dando espacio a las palabras de Graziano en las páginas de nuestro periódico online. Ante nuestros micrófonos el niño declaró:

“Afortunadamente no ocurrió nada grave, no hubo lesiones físicas, pero fue violencia en todos los sentidos. No es saludable andar alerta por la ciudad. En las últimas horas he recibido muchos mensajes de otros jóvenes que han sufrido agresiones similares en el centro de Catania pero que, a diferencia de mí, por una inexplicable sensación de vergüenza que se siente en esos momentos de excitación, no lo han denunciado”.

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