Asalto fuera de temporada al Teatro Balzán, es el Premio Tomeo

Asalto fuera de temporada al Teatro Balzán, es el Premio Tomeo
Asalto fuera de temporada al Teatro Balzán, es el Premio Tomeo

BADIA POLESINE (Rovigo) – La sexta jornada del Premio Tomeo, el Oscar del teatro infantil polaco, tuvo lugar nuevamente en el suntuoso escenario del Teatro Social Eugenio Balzán de Badia Polesine. Para el sábado 11 de mayo estaban programados, por la tarde y por la noche, los espectáculos a concurso de los talleres de teatro de ViviRovigo: “Los duendes mágicos” en la categoría de 11 a 14 años, con “Alicia en el país de las maravillas”; y “El teatro somos nosotros”, categoría 14-19, con “El viejo que leía novelas de amor”, adaptación de la novela de Luis Sepúlveda.

Durante ambas citas y durante todo el día anterior, el Teatro Balzán estuvo lleno de colores, niños y personas. Colas para entrar, gracias a las actuaciones de los niños que traen consigo a sus familias, pero también al juego limpio teatral de los otros grupos competidores, que con gran pasión y generosidad se distribuyen a lo largo del calendario de espectáculos para asistir a las actuaciones de los demás competidores. Ya ha cristalizado el rito introductorio de cada espectáculo, con el que la creadora y directora artística Irene Lissandrin involucra al municipio anfitrión y al municipio de Lendinara, coorganizador del evento; luego presenta el jurado técnico y todos, incluido el público, escuchan “los principios” del Premio Tomeo, recitados por un dios Apolo envuelto en una túnica y luego repiten la fórmula del compromiso de respetar las reglas. Nada blasfemo, sino una referencia al valor educativo del medio teatral, tanto para quienes lo crean como para quienes lo frecuentan, que comienza con una proclamación de principio: el teatro es un derecho fundamental, todos tienen derecho a hacer y ver. teatro sin discriminaciones.

Para Badia, el concejal de Cultura, valeria targa, recordó que: “Un hermoso teatro vacío no le sirve a nadie: ponerlo a disposición y verlo lleno nos llena de satisfacción y nos hace comprender que vamos por el camino correcto”. Para Lendinara, que gastó mucho en términos económicos y logísticos para el Premio Tomeo, se turnó el presidente del consejo municipal Nico Pavarin y el concejal de cultura Francesca Zeggio. “Esta es la forma correcta de invertir en cultura y niños. – dijo Zeggio. – Con hechos y no con palabras. Es una inversión de futuro”.

Los dos espectáculos que se ven, como ya es costumbre, también fueron votados electrónicamente por el público del teatro, siempre muy eufórico: 9,16 para “Alicia en el país de las maravillas”; 9,67 para “El viejo que leía novelas románticas”. Se otorgarán de 5 a 10 puntos y la media aritmética se sumará al voto “incuestionable” del Jurado.

Independientemente del resultado, un cierto éxito personal para Matteo Campagnol, actor profesional y formador de ambos talleres (ya premiado por la dirección en Tomeo 2023), que creó el doble montaje, junto a su colega Irene Silvestri. Para el clásico cuento de hadas “Alicia en el país de las maravillas”, Campagnol construyó un espectáculo dinámico con caos controlado, en el que personajes y escenas giran, incluso físicamente, en torno a la pequeña Alicia. Es evidente la amalgama de estos “duendes mágicos”, chavales que trabajan juntos desde hace unos años y que han desarrollado una gran confianza con los demás y con el escenario, hasta el punto de que se han vuelto casi intercambiables con los ausentes (disculpados por enfermedad). Lo que también se destaca, quizás lo más importante, es la confianza en sí mismos de los pequeños actores, que se manifestó claramente en la actuación. Un espectáculo divertido, nada obvio y bien interpretado.

Por la noche, bis de Campagnol y Silvestri, a la dirección de “El viejo que leía novelas de amor” para los muy jóvenes menores de 17 años del taller “El teatro somos nosotros”. Estos también son niños experimentados que literalmente crecen juntos en el taller de teatro. Para ellos, Campagnol regaló “un pedazo de corazón”, es decir, una pieza adaptada de Sepúlveda y puesta en escena por él mismo con Lucas Joaquín Da Tos Villalba, en 2020. En escena, una nueva adaptación, esta vez para 13 actores, convocó a un actuación coral, en la que la narración de las escenas prevalece sobre la interpretación directa, y se desarrolla con la secuencia rápida de las voces. La historia es la historia de Antonio José Bolívar Proaño, un anciano que vive en “El Idilio”, un pequeño pueblo de Sudamérica, de sus experiencias en la selva tropical junto con los indígenas Shuar, y de cómo mató a una hembra de tigrillo. (una oncilla o gato tigre). Un tipo de actuación compleja, en la que el riesgo de una caída en el ritmo narrativo o de la fragmentación de la historia está siempre a la vuelta de la esquina. Un hermoso desafío, llevado a casa con creces, con el valor agregado de haber logrado, gracias a la selección de música de cumbia y lengua española, evocar los colores y ritmos de una tierra exuberante, en la que el poder de la naturaleza está presente. obligado a retirarse por los ataques del hombre blanco.

PREV Urso, si Acc pospone, mantendrá la producción actual de Termoli – Última hora
NEXT Abel Balbo jugó de centrocampista cuando era niño. Un Scudetto con la Roma, copas en Parma