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ANCONA Desde la calle llegó el eco de disparos sordos que rompieron el sueño de los vecinos y dispararon la alarma. Ayer el atestado de la zona de Piano llegó a la centralita de la comisaría cuando pasaba aproximadamente media hora de la medianoche. Inmediatamente se envió un volante. Corso Carlos Albertodonde la policía se apresuró porque las solicitudes de intervención hablaban de la presencia de un individuo que estaba provocando caos y daños al desatar su ira contra los coches estacionados.
Inmediatamente llegados al lugar, los agentes, al descender del vehículo de servicio, se encontraron frente a un joven que, al ver a la policía, se alejó e intentó escapar apresuradamente hacia Piazza Ugo Bassi. Todo inútil, fue fácil bloquearlo. La policía, tras detenerlo, procedió a identificarlo: era un somalí de unos 28 años, legal en territorio italiano.
El joven extracomunitario presentaba varias abrasiones en manos y rostro, y se encontraba en claro estado de alteración psicofísica. Fuera de control, a pesar de sus uniformes, intentó liberarse y también rechazó categóricamente la intervención del personal médico.
De las investigaciones realizadas, la policía comprobó que el somalí había chocado contra vehículos estacionados, había dañado varios coches sin motivo aparente, golpeando los retrovisores laterales. Acompañado a las oficinas de via Gervasoni, el joven continuó mostrándose agresivo hacia los policías que intentaban calmarlo. Durante las fases de identificación también arrojó su teléfono al suelo, rompiéndolo y luego se lo arrojó a los agentes, sin golpearlos. Al final el joven fue denunciado por una pequeña muestra de delitos: ebriedad desordenada, daño agravado, resistencia y amenaza a funcionario público.
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Mensajero del Adriático