Refinado pintor, escenógrafo e ilustrador, Fabrizio Clerici, artista ecléctico y curioso, capaz de crear mundos oníricos y enigmáticos llenos de encanto, inspirado en su vasta cultura clásica y mitológica, pero también en los movimientos de su inconsciente, es el protagonista de “Espejismos y Recuerdos”. Se trata de una importante exposición, comisariada por Giovanni y Livio Bosco, que se puede disfrutar en los espacios expositivos del club Edonè arte viva en via Cavour 39 en Vittoria. Se podrá visitar hasta el 23 de junio, de jueves a domingo de 19 a 21 horas o con cita previa. Los domingos también en horario de mañana de 11 a 13 horas. La entrada es gratuita.
El pasado sábado, en la inauguración, los visitantes tuvieron la oportunidad de admirar las creaciones de un gran autor cuya formación como arquitecto y el encuentro con Alberto Savinio marcaron su camino artístico, orientado hacia el surrealismo pero con una visión metafísica, que se expresa a través del uso de elementos arquitectónicos, simbolismo y juego simbólico. Fue admirable el enfoque dado a la exposición, que pretende resaltar dos momentos concretos de la carrera del autor: los inicios con las veinte láminas realizadas por Clerici para el Bestiario de Leoncillo en 1941 y las obras de los años setenta, con un conjunto de obras fuertemente inspiradas en el arte egipcio. Cultura y mitos, expuesta en 1978 en una importante exposición individual del autor en El Cairo, y vinculada a la fuerte fascinación de Clerici por la magia del antiguo Egipto. Todo representa el fruto de una serie de viajes realizados en Oriente Medio en 1953 que le permitieron recuperar en su arte dos temas importantes: el de los Espejismos y los Templos, ciclos de construcciones utópicas en los desiertos que se desarrollan en espiral a partir de un Núcleo central donde se ubica un presunto huevo primordial.
Clerici ha estado y está expuesto en importantes museos como el MoMA, el Museo Guggenheim de Nueva York, el Centro Pompidou de París, el Museo Pushkin de Moscú, los Museos Vaticanos y prestigiosas colecciones públicas y privadas. Fabrizio Clerici, escenógrafo y pintor apartado, gozó de la estima de muchos escritores e importantes historiadores del arte. Fue un artista que, con su talento, logró fascinar también a Salvador Dalí, hasta el punto de que nació una larga colaboración (en la foto debajo, los comisarios de la exposición Livio y Giovanni Bosco).
