Autopistas del Véneto, el partido “real” entre Zaia y Salvini

Después de las elecciones europeas sabremos el destino de las autopistas venecianas. ¿Serán gestionados solos por la región del Véneto o acabarán en el gran criadero estatal de Autostrade? Decidirá el peso específico de dos dirigentes a menudo opuestos también por el liderazgo de la Liga, Luca Zaia y Matteo Salvini. El primero, presidente del Véneto, es partidario de los contenedores Cav, concesiones de las autopistas venecianas; el otro, ministro de Infraestructuras, acaba de crear, el pasado 9 de abril, una nueva caldera en la que cocinar los beneficios de las actuales concesionarias de autopistas, desde Abertis hasta Cassa Depositi e Prestiti, pasando por Cav y los distintos operadores privados.

Las llaman elecciones europeas, nos dicen que vamos a votar por Europa y critican a los líderes de los partidos que se presentan a las elecciones, sabiendo muy bien que si son elegidos nunca ocuparán ese escaño.

Más bien, se han convertido en un recuento banal de las relaciones de poder entre partidos y dentro de los partidos. El sistema proporcional arrojará una instantánea de la distribución del consenso. La salida de esta situación de los dos líderes de la Liga determinará el futuro de las autopistas italianas, que están continuamente en el equilibrio entre la nacionalización y la privatización. Ahora, con la propuesta de Zaia, también hay regionalización.

A4 y Cav activos

Lo que nunca cambia es el peaje, porque incluso cuando los costes de construcción están ampliamente amortizados, se sigue pagando, como ocurre por ejemplo con la A4 Padua-Brescia, que lleva setenta años en funcionamiento. Por tanto, el presupuesto de la A4 tiene un enorme superávit que podría invertirse en la creación del cuarto carril.

El Cav, que gestiona el Passante di Mestre desde Padova Est hasta la interconexión este con la A57, también goza de excelente salud; la circunvalación A57 de Mestre, entre la interconexión occidental con la A4 y la barrera de la autopista Venecia-Mestre; la circunvalación A57 de Mestre en el tramo comprendido entre la barrera de la autopista Venecia-Mestre y el cruce de Terraglio y finalmente el tramo de la circunvalación de Mestre y el aeropuerto Marco Polo en Tessera (Venecia).

En 2023, Cav obtuvo un beneficio de 31,8 millones, un 30 por ciento más que el beneficio de 2022, gracias a un aumento del número de vehículos, de 73 millones a 76 millones. Al 31 de diciembre de 2023 tenía una liquidez de 195,2 millones.

El SPV “llora”

La que sufre, de momento, es la autopista de las colinas venecianas: cada año tiene que pagar un canon de 300 millones a Sis, la empresa que construyó los 94,5 kilómetros de esta autopista, y recuperarlos con peajes. Hasta ahora, gracias a la conexión incompleta con la A4 en Montecchio Maggiore, sólo han entrado 63 millones en 2023 y se esperan 80 millones en 2024.

Al inaugurar la interconexión con la A4, Zaia afirmó que ahora podremos hacer mejores cálculos: “Este es el año cero de la SPV, que está en pleno funcionamiento, ahora veremos el kilometraje real. El SPV es un niño, por ahora, que tendremos que criar y hacer crecer: veréis que nos dará la satisfacción que esperamos.”

Ya para lo que queda de 2024, tras la apertura de la interconexión, se espera un aumento del tráfico del 15 o 20 por ciento, que se suma al aumento registrado por quienes, viniendo de Trieste o yendo a Trieste, ya prefieren tomar el Spv menos ocupado. Si todo va como espero, pensaremos en remodular el peaje”.

La apuesta
Zaia De Berti

Pero el verdadero desafío de Zaia y su concejala de Infraestructuras, Elisa De Berti, es incluir la SPV y la A4 Brescia Padova en la Cav, explotando los márgenes financieros generados por la circunvalación de Mestre y la A4. La idea, también repetida durante la inauguración, es que ya no hace falta hacer el cuarto carril de la A4, porque está el Spv. Una tesis complicada, la verdad, también porque, en cualquier caso, desde Montecchio hay que ir a Brescia y todos los alcaldes de los municipios vecinos han dicho que están esperando el cuarto carril.

La “gran caja” de Salvini.

Pero el mayor obstáculo proviene del Ministro Salvini, que el pasado 9 de abril hizo aprobar en el Consejo de Ministros un decreto por el que se creaba la sociedad anónima Autostrade dello Stato, enteramente propiedad del Ministerio de Economía y Finanzas, y sujeta a la “control similar” del Ministerio de Infraestructuras. “Una empresa totalmente pública – afirmó el Ministro – que tendrá la tarea de gestionar las autopistas estatales de peaje”.

Además de todas las concesiones de autopistas vencidas, convergerán los aproximadamente 200 kilómetros que Anas gestiona a través de empresas participadas: en particular Sitaf, que se encarga del túnel de Frejus, la empresa Cav, la empresa Asti-Cuneo y el túnel del Mont Blanc. Por lo tanto, incluso Cav. Salvini declaró: “El objetivo es tener entonces una concesionaria pública, estamos en el proceso de renovar las concesiones de autopistas, ya que muchas de ellas han caducado desde hace años. Autostrade per lo Stato es una startup que necesita ser construida y necesaria.”

Por lo tanto, a la “pequeña caja” veneciana de Zaia – De Berti, Salvini opone la “gran caja” estatal y ya busca concesiones, entre ellas la A4, que expira a finales de 2026, y la Autobrennero que ya caducado desde hace tiempo.

¿Decidirán los europeos? Probable. Pero también tiene mucho que decir Cassa Depositi e Prestiti, que ya ha gastado 8.000 millones de euros para hacerse con las acciones de Benetton en Autostrade per l’Italia; Incluso el Ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, tendrá que encontrar el dinero para realizar las adquisiciones.

editado por M. Montagnin

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