Sequía. La paradoja de Trapani. ¿La potabilizadora? “Será mejor que lo desmantelemos”

Por un lado, el municipio tira 4 litros de agua por segundo para reparar una avería. Por otro lado, la administración aplica nuevas prohibiciones a los ciudadanos y quienes desperdician agua corren el riesgo de pagar hasta 500 euros de multa.

Es la paradoja de Trápani, una ciudad que tiene una relación complicada con los recursos hídricos. La emergencia de la sequía está poniendo a los ciudadanos en dificultades aún mayores, ya que constantemente tienen que lidiar con continuos fallos en la red y grifos que gotean.
Precisamente para reparar una de estas averías, se han vertido desde hace días aproximadamente 4 litros por segundo de agua en la obra que, meses atrás, fue objeto de reparación de una fuga que había dejado varadas a miles de personas durante semanas. En esencia, para reparar una vez más las fugas en la red de Bresciana, a 50 kilómetros de la ciudad, se derrama agua.
Para la administración Tranchida no hay otra solución.
Mientras tanto, el alcalde afirma que quiere ahorrar más de 20.000 litros de agua al año. Y emitió una ordenanza imponiendo una serie de prohibiciones a los ciudadanos (de eso hablamos aquí).

En definitiva, una enorme paradoja, mientras que la emergencia por la sequía corre el riesgo de tener consecuencias dramáticas para el verano. Ha habido cierto alivio en los últimos dos días. En Sicilia llovió, y además de forma constante y con la intensidad adecuada para no causar daños y permitir “regar” toda la región.


Sin embargo, no es suficiente para reponer los acuíferos y embalses que provienen de un invierno muy seco.

Se necesitan intervenciones urgentes para hacer frente a la crisis del agua. En los últimos días, el Consejo de Ministros aceptó la documentación presentada por la Región y decidió el estado de emergencia nacional debido a la sequía en Sicilia. 20 millones de euros llegarán desde Roma para intervenciones inmediatas. Entre ellas, la Región ha previsto la compra de camiones cisterna en los municipios afectados, el mantenimiento de vehículos en centenares de colectividades locales y más de 130 intervenciones para regenerar pozos, perforar nuevos y reactivar los abandonados. Además, está prevista la modernización de plantas de bombeo y ductos, así como la construcción de nuevos ductos de interconexión y bypass. Los 20 millones de euros son pocos. Pero el MIT ha remodelado los fondos con 113,5 millones de euros para Sicilia próximamente, como prevé el decreto director del Ministerio de Infraestructuras y Transportes que destina 1.000 millones de euros a nuestro país para la reducción de las pérdidas en las redes de distribución de agua y para su digitalización y seguimiento. “Esta intervención reducirá significativamente el desperdicio de agua potable y al mismo tiempo modernizará las redes de distribución”. dice el subsecretario de Trabajo Claudio Durigon, coordinador de la Liga en Sicilia, en una nota oficial.
Sin embargo, por el momento no hay nada que hacer para la reestructuración y reactivación de las plantas potabilizadoras. Porto Empédocle y Trapani. Se trata de “operaciones que requerirán plazos y procedimientos de licitación más prolongados, ya que no existen excepciones sustanciales en materia medioambiental y en contratación por encima del umbral comunitario”, anunció la Región.

Y precisamente en lo que respecta a la potabilizadora de Trapani, en lugar de posponerse, sería un verdadero fracaso. Una enorme estructura en desuso, abandonada durante más de 10 años y que ahora necesita ser desmantelada. “Lo único que se puede salvar de esa potabilizadora, quizás, sean las conexiones a la red de agua y la experiencia de navegar en el mar”. El ingeniero lo dice. Giuseppe Campaña, que lidera Sofip, empresa que en UTE junto con las españolas Acciona y Protecno han construido en los últimos años las potabilizadoras de Lampedusa, Linosa y Pantelleria. Tres islas que desde 2015 cuentan con los sistemas más modernos construidos hasta el momento que les permiten no sufrir la emergencia de la sequía. “Suministramos agua todos los días a los municipios de las Islas sin interrupción alguna”, explica Campagna. Sistemas creados gracias a una licitación europea convocada por la Región.

“Las plantas de cierto tamaño necesitan materiales que vengan de China. Y habrá que esperar. El problema es que hay que pasar el verano. La tecnología de la potabilizadora de Trapani era buena hace 30 años, hoy hay que desecharla. Los costos serían enormes para volver a poner en funcionamiento esa estructura”. De hecho, Campagna explica que no sólo la tecnología está obsoleta sino que los costos serían tan altos tanto de mantenimiento como de operación que la única solución es desmantelar la antigua potabilizadora para construir una nueva con sistemas de eficiencia energética. Sin embargo, no puede ser una intervención que se haga de la noche a la mañana, lleva tiempo, especialmente cuando se involucra al público.

La gran sed de Trapani. Qué pasó con la potabilizadora de Tp24 en Vimeo.

Mientras tanto, una mala metedura de pata del ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, en el Senado: “Afortunadamente, este año la sequía ha afectado a algunas zonas del sur y, en particular, a Sicilia”. La metedura de pata del ministro y del cuñado del primer ministro Giorgia Meloni se produjo por la tarde en la cámara del Senado, donde estaba prevista la habitual sesión dedicada al “turno de preguntas”, las inmediatas respuestas televisivas en directo de los representantes del gobierno a las preguntas de los senadores. preguntas.

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