“Calabria es la región más pobre de Italia. Todos los índices empeoran según el Istat, que presenta un panorama de verdadera alarma social, también porque el empeoramiento en Calabria se produce mientras los datos de las demás regiones italianas mejoran. En Calabria, el 20,7% de la población se encuentra en situación de pobreza, cifra que ha disminuido respecto a la registrada el año anterior, cuando era del 12%. En esencia, quienes en 2022 se encontraban en una condición de fuerte riesgo de pobreza o exclusión social, es decir, el 42% de los residentes, han caído hacia el grupo más desfavorecido. Ante este dramático panorama, entendemos que la revolución que Occhiuto anunció a bombo y platillo hace apenas unos días, describiendo una región milagrosamente milagrosa por su gobierno, evidentemente no se refería a Calabria”.
Así lo afirmó el líder del grupo del Partido Demócrata en el Consejo Regional, Mimmo Bevacqua, explicando que no se puede subestimar la nueva alarma social.
“Necesitamos ser plenamente conscientes de la dramática situación que vivimos para comenzar a adoptar contramedidas adecuadas, especialmente en un momento en que el gobierno nacional se prepara para aprobar una autonomía diferenciada que definitivamente pondría de rodillas a nuestra Región. Todas las fuerzas sanas de Calabria – continúa Bevacqua – los políticos, sociales, sindicales y asociativos deben unirse y trabajar en red para afrontar la alarma y desarrollar una nueva visión de futuro que pueda crear oportunidades de desarrollo”.
“Un paso fundamental es empezar a medirnos con la realidad que, como venimos diciendo desde hace meses, no es la que muestran las redes sociales del consejo regional. Se necesitan intervenciones inmediatas para apoyar el bienestar y los servicios mínimos, empezando por los servicios sanitarios que siguen languideciendo y serán cancelados por la autonomía de Calderoli y la Liga. Hace tiempo que presentamos un proyecto de ley para reforzar la salud pública, pero el Gobierno regional evidentemente tiene otras intenciones”.
“Ya no podemos perder el tiempo ni continuar en luchas instrumentales de sabor electoral que influyen fuertemente en la vida de las instituciones calabresas, como lo demostró la última sesión del Consejo Regional. En cambio, necesitamos una respuesta inmediata de las mejores fuerzas aún presentes en la Región para construir un futuro diferente y dar respuestas concretas a tantos calabreses que luchan diariamente para poder utilizar los servicios mínimos y ejercer los derechos fundamentales”.
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