Tráfico de anabólicos descubierto en gimnasios de Sassari: 22 bajo investigación

Tráfico de anabólicos descubierto en gimnasios de Sassari: 22 bajo investigación
Tráfico de anabólicos descubierto en gimnasios de Sassari: 22 bajo investigación


09 de mayo de 2024 11:55 am
Pasqualino Trubia

En Sassari se ha derrumbado un castillo de naipes construido sobre músculos inflados artificialmente y sustancias ilegales. La redada de los carabineros de la NAS desveló una bien engrasada red de tráfico de anabólicos que infestaba el mundo de los gimnasios y llegaba hasta Nuoro, Turín y Génova.

Unas 22 personas están siendo investigadas en esta operación que huele a escándalo y deshonra deportiva. Ayer, la Fiscalía de Sassari dio un golpe que hizo temblar las paredes de goma de los gimnasios locales: dos detenciones, entre ellas la del entrenador personal Fabrizio Piroddu, de 45 años, y su cómplice Mirko Pinna, de 44 años. Lo pillaron con las manos en la masa mientras jugueteaba con marihuana, pero el verdadero problema, el más importante, estaba en otra parte.

Del extranjero llegaban paquetes inofensivos, pero cargados de bombas químicas destinadas a inflar bíceps y registros personales sin más esfuerzo que tragar una pastilla o empujar una jeringa. Anabólicos que circulaban sin receta, vendidos a músculos codiciosos en gimnasios que tenían poco o nada de deportes. Está en juego una facturación que roza los 80.000 euros, una cifra que hace girar la cabeza casi tanto como los esteroides hacen girar los músculos.

Los registros condujeron a la incautación de un arsenal de drogas dopantes: 4.700 pastillas y 120 viales, un pequeño arsenal químico escondido entre pesas y bancos de dos gimnasios de la zona industrial de Predda Niedda, Ludus y Spartan Fitness. No es un caso aislado, sino una plaga, una vergüenza que ahora está a la vista de todos: la lucha contra el dopaje es una batalla continua, y ésta es sólo la última andanada de una guerra que no conoce tregua. Los músculos reales se construyen con sudor, no con química.

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