Una rápida reacción vio como protagonistas a delincuentes y propietarios valientes, dispuestos a defender su espacio privado.
La escena se desarrolla en un antiguo edificio de la aldea de Grassaga (San Donà di Piave), donde en el primer piso viven los propietarios de un local público de la planta baja. Ya es tarde, el lugar está a punto de cerrar, pero a pesar del cansancio y la mente todavía ocupada con mil cosas por hacer, Alguien puede escuchar ruidos extraños provenientes del piso superior.. Deciden ir a ver, armados de garrotes, dispuestos a enfrentarse a quien tuviera la enfermiza idea de violar su espacio privado. Desafortunadamente, las sospechas estaban bien fundadas: Dos, tal vez tres hombres acababan de abrir la caja fuerte.
Los propietarios no dudan y se enfrentan a los delincuentes, garrote en mano. Unos cuantos golpes dieron en el blanco, pero no lo suficiente como para impedir que los ladrones se llevaran el botín, metido en una bolsa. A pesar del probable dolor causado por los golpes, los delincuentes logran escapar, afrontando otro momento peligroso: la fuga saltando desde el primer piso, lo que habría tenido algunas consecuencias para uno de ellos.
Tras la fuga de los delincuentes, no queda más que dar la alarma a la policía, quienes inmediatamente inician una búsqueda en la zona, pero sin obtener el resultado deseado. Los ladrones habrían entrado tras haber desquiciado una ventana, aprovechando la ausencia de los legítimos dueños de la casa, ocupados con sus negocios.
