La mesa de escucha sobre angustia familiar está activa en Catanzaro

Con amplia participación de profesionales y público interesado, fue presentado ayer por la tarde en la Sala de Conciertos del Municipio de Catanzaro. escritorio de escucha Eso la Asociación Nacional de Familiares Italianos (ANFI) proporciona una herramienta para prevenir e intervenir en situaciones de dificultad familiar que son generalizadas y a menudo no reconocidas. ANFI es una “asociación multidisciplinaria –como la presenta presidenta de la sección calabresa María Teresa Laurito – no reservado exclusivamente a los abogados, sino que interviene en múltiples ámbitos de la familia en lo que respecta al malestar y se ocupa de la prevención y la formación, entre sus miembros se encuentran psicólogos, sociólogos y mediadores familiares. A través del Listening Desk creemos que lanzamos una herramienta eficaz porque ofrecemos la posibilidad de utilizar gratuitamente opiniones jurídicas y apoyo psicológico cuando sea necesario para prevenir consecuencias incluso graves de una conducta que podría conducir a la intervención de las autoridades judiciales”.

“En contextos como los de Catanzaro, Calabria y el sur de Italia, la mesa de escucha – continúa el abogado Sergio Campise, uno de los dos coordinadores, es una ventana esencial a una realidad en la que el derecho de familia es pisoteado casi a diario. Intentamos dar nuestra aportación de forma totalmente gratuita y compartida por todos: para nosotros no hay blancos ni negros, ricos o no, inmigrantes ni gitanos. Llevaremos noticias de la iniciativa a cada escuela, a cada diócesis, a cada supermercado porque la situación real es deprimente y nos mantiene ocupados mañana y tarde. Es necesario – razona Campise sobre las implicaciones prácticas – explicar claramente a la gente qué es un administrador de apoyo, explicar por qué una separación consensual es mejor que una judicial y por qué no discutir. Contactar con nosotros es útil para entender cómo funciona, cuáles son sus peros, qué comodidad supone”.

“Es importante que en el territorio – Se reanuda el presidente Laurito – hay consulta con los servicios sociales. De ahí la idea de firmar un memorando de entendimiento con el Ayuntamiento de Catanzaro que respondió admirablemente con el concejal Giusy Pino. Con las políticas sociales del Municipio tenemos un observatorio privilegiado porque el área de competencia abarca más de 30 Municipios. Nuestros miembros pueden prestar una ayuda concreta a los servicios, sabiendo muy bien que los recursos financieros que soportan las autoridades locales son limitados”. El aspecto formativo que ANFI pretende alcanzar es igualmente decisivo. “Nuestra sección regional – continúa el abogado Laurito – con sede aquí en Catanzaro, una de las últimas establecidas en Italia, cuenta ya con 60 miembros, entre ellos abogados muy jóvenes, que responden y actúan con entusiasmo. Por ello hemos invitado a la UMG a firmar un memorando de entendimiento para activar cursos de formación y prevención, porque creemos que el hecho cultural puede tener un enorme impacto, tanto por parte de la víctima y del violento, como en los casos de bullying. que bien podrían evitarse o detenerse antes de que conduzcan a consecuencias extremas”.

“La iniciativa – coincide Domenico Bilotti, profesor de derecho canónico en la UMG – es particularmente importante porque nos hemos dado cuenta de que cuando hay una crisis familiar, la mesa de consulta no es sólo un instrumento de equidad y solidaridad social, sino que puede ser altamente educativo para los estudiantes de carreras de derecho y materias afines. Se desea continuar con un razonamiento que se centra en la colaboración territorial. Por lo tanto, el protocolo refleja lo que nos espera entre las actividades de investigación y el compromiso profesional que insisten en el mismo territorio, también a través de la simulación de dinámicas de intervención con menores y familias en dificultad, considerando importante ponerse en la perspectiva de hacer las cosas concretamente en el campo”. .

“Con la colaboración de los miembros – comenta el otro coordinador de mesa sobre la practicidad, la abogada Elena Grimaldi – organizamos turnos para que la actividad del escritorio sea continua, abierta a las personas, escuchamos sus problemas con diferentes habilidades especializadas, abogados, psicólogos y mediadores. Nos dirigimos a familias, menores, colegios. Personalmente me llamó la atención el caso de una madre que se enteró de la drogadicción de su hijo menor y no supo cómo ni qué hacer. Activamos a un médico del Serd para que brindara apoyo a la madre, claramente desesperada, y al niño. Y luego están las consecuencias de las separaciones y divorcios, y de los menores que se encuentran en medio de conflictos entre los padres, situaciones en las que es útil solicitar, incluso a través del servicio de asistencia, el nombramiento de un tutor especial”.

“No puedo más que aplaudir iniciativas de este tipo – afirma por su parte Teresa Chiodo presidenta del Tribunal de Menores de Catanzaro -. En nuestra sociedad fluida, las unidades familiares están cada vez más desprovistas de referencias, fragmentadas o en desventaja, a menudo falta la escucha, la capacidad de comunicar sus necesidades, sus aspiraciones, sus fragilidades, el intento de desactivar el conflicto mediante un momento de síntesis y diálogo. Por eso la escucha es una cultura que pretende prevenir el malestar familiar, social y juvenil. En cuanto al sufrimiento juvenil, la prevención es la herramienta fundamental para evitar que los niños tomen el camino de la desviación que se manifiesta en múltiples formas, como el acoso, la violencia en los estadios, el uso excesivo de las redes sociales y los juegos de azar.

Teresa ChiodoTeresa Chiodo

La prevención y la escucha son esenciales. Las familias han perdido la costumbre de charlar, poner una mesa bonita y hablar entre ellos. El momento del almuerzo y la cena fue precisamente el momento del diálogo. Hoy debemos recuperar la escucha y el diálogo en otras formas”.

Don signos Antonio Lupia asistente diocesano de la pastoral de la familia: “La principal necesidad se remonta a la escucha mutua, estamos muy distraídos por realidades como las redes sociales que en sí mismas son cosas maravillosas pero que en realidad quitan la capacidad de pensar y dialogar dentro de las familias, creando heridas que se vuelven difíciles para sanar. Nuestro compromiso como iglesia es llegar a las realidades más ocultas que nadie conoce y donde a las instituciones les resulta más difícil penetrar.”

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