Como se reiteró varias veces desde el origen de esta triste historia -y ahora se confirma con la conclusión de las investigaciones- Benito del Negro desconocía en absoluto la desaparición de su progenitor, con quien ya no mantenía relaciones personales desde hacía varios años, ni siquiera llamadas telefónicas, debido a diferencias familiares radicales que lo obligaron a alejarse de su familia de origen.
Parece claro, más a nivel lógico que jurídico, que la no participación comprobada en la supresión del organismo permite excluir fácilmente la participación de nuestro cliente en la hipótesis de fraude al INPS por percepción indebida de emolumentos de pensión o uso indebido de las tarjetas de crédito del difunto padre, al no tener, se reitera, siquiera conocimiento de su fallecimiento. La falta de fundamento de los litigios restantes se demostrará fácilmente en las oficinas judiciales correspondientes”: así lo afirman en una nota los abogados Giancarlo Falco y Maurizio Sasso.