TITO (PZ) – Nunca es demasiado tarde para pedir ayuda pero, a veces, se necesitan años para encontrar el coraje de hacerlo y admitir que se equivocó, superar el miedo a represalias aún peores y la vergüenza por no haberlo hecho antes, en la secreta esperanza de que todo termine como empezó.
Y es con esta valentía, después de otra humillación y otra explícita amenaza de muerte, que una joven de la provincia cruzó el umbral de la Comandancia Provincial de los Carabinieri de Potenza para pedir ayuda.
Inmediatamente recibida por los militares de la comisaría local, la chica, superada la vergüenza inicial, reconstruyó, en las horas siguientes, los años transcurridos con su exnovio. Años de obsesiones, amenazas, ataques y posesión exclusiva de esa chica que se había transformado de compañera en algo de su propiedad. Años de vergüenza para la pobre víctima que por pudor ocultó su malestar interior. Finalmente, mensajes de muerte y una foto de un arma enviados vía WhatsApp.
Una vez reunidos todos los elementos y las gravísimas pruebas contra el niño, los Carabinieri activaron los procedimientos de emergencia previstos por el protocolo Código Rojo.
En el domicilio del joven, de 20 años, de la misma localidad de la víctima, los Carabinieri de la Comisaría y la Unidad Operativa y Radiomóvil de Potenza encontraron una pistola de juguete.
Detenido por actos de persecución, el joven fue confinado primero en la prisión de Potenza y, tras la audiencia de validación ante el juez de instrucción del tribunal local, se le prohibió acercarse a la persona ofendida colocándole el brazalete electrónico. Respecto a él, cabe recordar que la presunción de inocencia se aplica hasta que se alcance una condena firme.
