L’AQUILA – Otro informe más de un ciudadano sobre la situación en el centro histórico. Lo traeremos de vuelta. “Estamos en el centro histórico, en Via Crispomonti, a 50 metros de la Piazza del Duomo, que está repleta de trabajos para pulirla; luego entras en los callejones y encuentras basura, excrementos de animales, botellas de vidrio, restos de una vida nocturna insalubre, tirados en medio de la calle, cables eléctricos volando y cajas de quién sabe qué medidor conectado hace quién sabe cuántos años, y calles completamente dañados por obras, realizadas entre otras cosas en días festivos y por la mañana”.
La situación es la que se observa en gran parte del centro histórico, que, a más de 15 años del terremoto, deja desconcertados a ciudadanos y turistas.
“Nos encontramos frente a nuestras casas con adoquines tirados por todas partes que, además de amontonarse a un lado de la vía y desfigurar hermosos edificios históricos restringidos por la Superintendencia, podrían convertirse en objetos peligrosos. Y por último, pero no menos importante, nosotros, los habitantes pobres del centro histórico, nos encontramos haciendo grandes desplazamientos para poder aparcar un coche (ya no es una opción), teniendo quizás que traer después a casa, quién sabe dónde, bolsas de la compra o cochecitos. y niños pequeños”.
“Yo pediría a esta administración municipal – concluye el lector – que piense en lo que les rodea como si fueran vecinos del centro y no como espectadores que vienen a pasear por la calle principal. Un residente “de toda la vida”.