En plena calle de los artistas, en via Margutta, en el corazón de Roma, se inauguró la Osteria La Segreta, un nuevo proyecto del arquitecto Antonio Girardi, que quería unir mundos diferentes, la tradición de Campania y la de la Costa, donde la calidad de las materias primas vive en un contexto refinado, entre arte y diseño. Enmarcada en el contexto artístico de este barrio, Osteria La Segreta quiere ser un oasis de paz y relajación donde aventurarse en un viaje culinario de auténticos sabores de Campania.
La entrada es sugerente, con su imponente puerta azul, mientras que el estilo y el diseño del interior reflejan el talento creativo del propietario capaz de combinar una serie de obras de arte vinculadas a la historia de la calle con elementos de diseño ecléctico. Como dice el propio Antonio Girardi: «Muchas de las pinturas seleccionadas son obra de artistas que han hecho historia de Via Margutta y del arte italiano en general. De hecho, tenemos dos Schifano y un Picasso, que en 1917 se alojaron justo en el edificio frente a la Osteria. Muchas de las obras presentes en el restaurante también representan imágenes o símbolos de Campania, que en este caso representan mis orígenes y la oferta culinaria del restaurante. También se han incluido obras de artistas extranjeros modernos y contemporáneos asociados con imágenes más clásicas. Este contexto también es típico de mi diseño más ecléctico”.
Arte y diseño en Osteria La Segreta
Osteria La Segreta nació dentro de la histórica Osteria Margutta que, desde 1964 y durante décadas, ha sido un lugar de encuentro de artistas, escritores, músicos e intelectuales que frecuentan la calle del mismo nombre.
«Cuando emprendí el proceso de restauración – afirma el arquitecto Girardi – traté de mantener viva la atmósfera histórica y artística del lugar, como ocurre con la mayoría de mis proyectos, donde mantengo viva su historicidad y su singularidad implementando mi diseño ecléctico. En el caso de la Osteria mantuve vivo el emblemático color azul de la puerta de entrada tanto en el exterior como en la entrada. Materiales y símbolos presentes en el lugar anterior fueron re-propuestos en mi diseño, como una retícula de herraduras presente en la entrada de la sala fue recuperada por el artista Patrick Alo en la creación de las dos columnas corintias que enmarcan la barra del bar. además es originario del lugar.
Incluso la subdivisión de los espacios ha mantenido su originalidad lo que ha logrado inspirar mi visión de diseño del lugar, colonial y luminoso al mismo tiempo, que combina elementos de lujo, como la lámpara de Murano con elementos como las palmeras, que dar luminosidad al ambiente de la habitación. La historia y la tradición de la Osteria también son recordadas por la rica pinacoteca que adorna las paredes, también un elemento recurrente en mis proyectos que en este caso también recuerda la historia de Via Margutta, que siempre ha sido recordada como la calle del arte”. .
Todo el proyecto está firmado por el Estudio Antonio Girardi Arquitecto, quien supervisó la renovación. Las paredes del restaurante, revestidas de rafia, exponen obras de arte que rinden homenaje a la historia artística de Via Margutta, transformando así la Osteria La Segreta en una pequeña galería de arte con cocina. Osteria La Segreta también aspira a convertirse en un verdadero espacio expositivo en el que las diferentes obras de arte se exhiban cíclicamente, en función de las colaboraciones con las galerías de la calle y más allá.
El cartel, con sus marcos, el mármol y las columnas de la zona del bar, es ya hoy portavoz de la gran habilidad del artífice de Via Margutta, del histórico Marmoraro y del escultor Patrick Alò, con su estudio contiguo al Osteria La Segreta. Una manera de dar aún más prestigio a los artesanos de Via Margutta, contribuyendo así a mantener viva su historia atemporal.
Antonio Girardi concluye: «Como en todos mis proyectos, la artesanía ha tenido y tiene un papel fundamental también en la taberna. Todos los asientos están hechos por artesanos italianos, la chimenea de mármol en el centro de la sala fue creada, bajo mi diseño, por un artesano de Campania. La mayoría de los marcos de las obras de arte están hechos a mano por Stefano Mucci, un enmarcador histórico de Via Margutta. Asimismo, la placa de mármol de la entrada es obra del marmolista de la calle. Me gusta involucrar a los artesanos de Via Margutta para realzar aún más la importancia histórica y artística de la calle y al mismo tiempo realzar la artesanía histórica, preservando el saber hacer».
La propuesta culinaria
La filosofía culinaria está inspirada en la tradición de Campania. La carta propone la degustación de diversos aperitivos siguiendo el principio de la “spicciolata napolitana” o el tradicional compartir en el centro de la mesa varios platos, incluidos mariscos crudos muy frescos, para empezar la comida en nombre de la convivencia. Las recetas son sencillas, hijas de la tradición casera napolitana pero todas elaboradas con ingredientes de primera elección.
La carta incluye platos como calabacines o pimientos salteados con aceitunas y anchoas, el infaltable marisco frito, berenjena a la parmesana, mozzarella de búfala y jamón crudo en finas lonchas. Todo ello acompañado del excepcional “pane grosero”, que viene directamente de Nápoles.
A continuación se presentan los platos de la cocina de Campania, mariscos pero también de la tierra: espaguetis con almejas, paccheri con tomates del Vesubio o las tradicionales albóndigas napolitanas. Un menú sin dudas de identidad que narra con sinceridad los auténticos sabores del pasado, llevando a la mesa lo mejor de los ingredientes: pasta de 28 fabricantes de pasta del Pastificio di Gragnano, anchoas y atún en aceite de la empresa Cetarii de Cetara, mozzarella de búfala orgánica de Paestum hasta los postres, estrictamente de la pastelería rey de la Costiera, Sal de Riso.
Es imprescindible combinar una buena carta con cócteles y, sobre todo, vinos refinados y de calidad, con la vista puesta en el territorio, como los de Abbazia di Crapolla. Una verdadera experiencia de arte y gusto.
