UNA GRAN OPORTUNIDAD PARA APROVECHAR EN SAN SIRO

Un equipo con el corazón entre las rosas y otro inmerso en apuros de todo tipo. Milán-Génova presenta el sorprendente contraste físico y psicológico entre las dos realidades. Y esta vez, a pesar de una clasificación que evidentemente le hace sucumbir, Grifone puede presentarse en San Siro con la audacia de una salvación lograda con meses de antelación y una clasificación sumamente halagadora, si se compara con las profecías de agosto.

Alberto Gilardino obtuvo los laureles más prestigiosos de su carrera con la camiseta del Diablo, pero no es de los que hurgan voluntariamente en su pasado. La actualidad le importa y tiene muchas ganas de escalar cada vez más alto, independientemente del camino de Monza y Turín, los más cercanos en la clasificación. Y mientras tanto deberá decidir con la dirección de Génova cuál es el momento más favorable para formalizar la continuación de un provechoso matrimonio.

En San Siro, frente al Inter, su Génova recibió aplausos y elogios, además de sufrir una sensacional burla arbitral. Esta vez las condiciones son más atractivas: una subida de sexto grado más alta no aparece en el papel. El Milan lleva varias semanas jadeando y el vergonzoso empate ante la Juventus, con el corolario de una actuación indecorosa (¡ni siquiera un disparo a la portería de la Juventus!), sólo sirvió para apuntalar, pero no para asegurar, la segunda plaza definitiva. La plaza rossoneri, sin embargo, está en crisis y vuelve a encontrar a sus favoritos después de otro derbi perdido. El ambiente en Meazza será muy pesado, con una huelga de aficionados anunciada por la Curva Sud y dirigida a los jugadores y al club, que aún no está seguro en el plano técnico. Y, dicho sea de paso, ¿qué estado de ánimo caracteriza a ese pobre Cristo Pioli, ya prácticamente destronado?

Un gol rossoblù en el primer cuarto de hora sería suficiente para provocar un gran revuelo, y esa debe ser la intención de Badelj y sus compañeros, que, fuera de casa, han jugado muchas veces primeras partes emocionantes. Por supuesto, incluso con un Diablo tan desordenado habrá algún sufrimiento e incluso una larga estancia en las trincheras, pero De Winter (que acaba de convertirse en propiedad de los rossoblù), Vásquez y el propio Vogliacco son auténticos especialistas en el tema.

En las filas rossoneri faltarán, en la enfermería, el portero Maignan y el mediocampista Lotus Ckeek, así como el comodín Musah y el capitán Calabria, que están descalificados. Sportiello se confirma en la portería, milagroso en el Juventus Stadium, mientras que Tomori regresará en defensa. Pioli parece decidido a revivir su querido 4-2-3-1 con la incorporación de Chukwueze, uno de los pocos jugadores rossoneri en condiciones. Se le podría asignar el papel de rematador central. Milán de tracción delantera y, teniendo en cuenta que ni siquiera Rejnders y Adli son eficaces en la cobertura, el Grifo podría explotar, en cuanto recupere el balón, invitando espacios para desarrollar rápidos contraataques. Sin olvidar que el Diablo también permite maniobrar sin presionar de forma asfixiante: otra oportunidad para Badelj y compañía.

Capítulo de formación. Gila se encuentra atrapado entre la tentación de volver a presentar a los once maramaldis contra el incompleto Cagliari (sería una recompensa más que legítima) y la necesidad técnico-corporativa de observar atentamente algunos refuerzos habituales, obviamente mirando hacia el futuro. La referencia es Bohinen, hasta ahora sólo utilizado en algunas piezas, y Vitinha, que está creciendo en tiempo de juego potencial pero aún no ha disfrutado de todas sus posibilidades. Dado que se trata de un desafío complicado, la primera solución es más probable.

Incluso Spence, que brilló contra el jugador de la Juventus Chiesa, presume de alguna posibilidad de resurgimiento a costa de Sabelli: su atletismo podría ser útil para frenar las incursiones de Leao.

A nivel individual, esperamos algunas señales de vida de Retegui, que lleva unas semanas de mal humor, así como la confirmación de Vogliacco (esta vez estará mucho más ocupado que el lunes pasado) y Thorsby, quizás El mejor especialista de la liga en el aire. Del resto, normalmente, podría encargarse algunos destellos suyos, el elfo de Escandinavia, que debería superar a tiempo un leve ataque de gripe.

PIERLUIGI GAMBINO

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