entre la esperanza utópica y la triste formalidad

Salvo milagros o circunstancias astrales favorables, la que probablemente pasará a los anales como una de las temporadas más tristes, controvertidas y fallidas en los más de cien años de historia del fútbol de Barletta terminará el domingo por la tarde en Angri.

Por supuesto, la esperanza siempre debe ser la última en morir, pero dadas las condiciones – en Angri para Angri-Barletta como en otros campos – en las que nos acercamos a la final del campeonato, nos parece extremadamente realista pensar en un Barletta ya desde el domingo por la tarde descendido a Eccellenza, con un Fasano que debería salirse con la suya fácilmente con Paganese en el “Curlo”, y con un Casarano ya de vacaciones que en la “Capozza” tendrá que lidiar con el hambre de puntos de un Bitonto revivió.

Bueno, siempre hay esperanza en Martina, que en el “Tursi” no debería dar descuentos a un equipo de Gallipoli que, sin embargo, a pesar de no obtener frecuentemente los resultados deseados, en los últimos días ha demostrado repetidamente que puede jugar en cualquier campo.

Pero el problema de los problemas sigue siendo el propio Barletta, que antes de perder los últimos restos de dignidad que le quedan, abandonándose a exorcismos y ritos vudú contra sus competidores directos, tendría que vencer en el campo de un equipo, el Angri, que ya vence con facilidad en el partido. de ida (cuando este Ascione, entre estatuas de sal vestidas de rojiblanco, respondió a Maradona en México ’86) y que en los últimos once partidos sólo ha perdido contra los cuatro primeros de la clasificación.

Pero, sobre todo, a la luz del “andamio” entre jugadores y propietarios del pasado lunes y de las “decisiones” del club anunciadas casi al estilo “10 de junio de 1940” por el director Pitino en la sala de prensa, a las que Barletta veremos en el campo el ¿Domingo por la tarde? ¿Veremos a una Barletta con sangre en los ojos propia de la fuerza de la desesperación y del instinto de supervivencia? ¿Veremos, como es muy probable a esta altura, a futbolistas literalmente deseosos de escapar (en parte con buenas razones) de meses de infierno futbolístico? O, como alguien sugirió, ¿veremos un equipo lleno de juveniles?

En cualquier caso, sea cual sea el resultado de esta temporada (aunque sea una salvación rotunda), a partir del próximo lunes (o, con suerte, entre dos lunes) habrá que pensar en el futuro de este club y de este equipo. Un futuro que a estas alturas parece muy improbable imaginar con la estructura actual del equipo, especialmente en el caso de un descenso casi seguro a la Excelencia. ¿Cuántos de los 4.000 aficionados actuales de Puttilli estarían todavía dispuestos a seguir al equipo y adquirir un abono? ¿Cuáles y cuántas empresas estarían dispuestas a actuar como patrocinadores? ¿Qué futbolistas de “categoría”, necesaria para planificar una recuperación inmediata, estarían dispuestos a abrazar la causa rojiblanca?

Pero antes de empezar a hablar del futuro, queda el partido fuera de casa de Angri y sólo dependerá de quién salte al campo si el Angri-Barletta puede ser la última llama utópica de esperanza o si será sólo esa triste formalidad dirigida a certificando el descenso del SSD Barletta 1922 en el campeonato de Excelencia de Apulia 2024/2025.

Entonces, una vez conocido el destino de los rojiblancos, finalmente ha llegado el momento de revelar las cartas: los ahora marginados y perdedores de la actual estructura del equipo; pero también el de todos aquellos aspirantes a compradores que, al menos de palabra, veían en aquel momento un brillante futuro para el Barletta Calcio.

Porque hoy cuestionar duramente las acciones de Mario Dimiccoli y sus acólitos es justo, sacrosanto, inevitable, pero también demasiado fácil… Bueno, como fans esperamos que sea aún más fácil en los próximos meses, esos en los que para cualquiera que demuestre una No habrá deseo de hacerse cargo del club, habrá más espacio sólo para palabras bonitas, pero sólo y sólo para asunciones precisas de responsabilidad hacia una plaza y una afición que ha visto demasiados aprendices de brujo trágicos…

PREV Boxeo, el cuarto Criterium de Puglia será en Taranto
NEXT Acuto de Mina, la salvación del Cagliari. El colombiano sigue con molestias, pero apretará los dientes ante el Milán